Los denunciantes trasladan a Infantino que actúe ante lo que el sindicato considera que es un sinfín de injusticias contra el Real Madrid que «sólo buscan perjudicar a este equipo». Pese a ello, desde la organización que dirige Bernad sostienen que «no tenemos ninguna vinculación con el club». Primeramente, detallan varias agresiones sufridas por madridistas durante un cúmulo de partidos. En ese sentido, el texto explica que «nos preocupan las agresiones que sufren algunos de los mejores jugadores del mundo, lo que también debería preocupar a la FIFA». Más adelante afirman que «esto hay que frenarlo, ya que algunos de los árbitros que dependen de Medina Cantalejo, vinculados aún a la época de Negreira, no lo hacen y desgraciadamente va a llegar el día que alguno de estos jugadores top, que representan a las mejores selecciones del mundo, van a sufrir alguna lesión importante con el perjuicio que ocasionará al interesado, a la selección de su país, a su propio club, a los aficionados y por supuesto a la propia FIFA».
En otro punto de la denuncia se explican los motivos por los que se recurre a la FIFA, y concretamente a su presidente, y no al Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. Sobre este organismo, el texto sostiene que «dicta muchas de sus resoluciones de manera claramente prevaricadora y en sintonía con las resoluciones políticas, conducentes a garantizar el Gobierno a Pedro Sánchez a través de concesiones al independentismo catalán a cambio de votos». Mencionan, por ejemplo, el ‘caso Dani Olmo’. También explican a Infantino que, según su criterio, tanto el CSD como la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), son instituciones que «por unas causas u otras se encuentran ajenas a la lucha contra la corrupción en el fútbol español».
Los documentos que incluyen la denuncia mencionan con detalle las cifras de los negocios privados del árbitro Munuera. En concreto, se pone el foco en la adquisición de inmuebles al contado por parte del colegiado y en las ampliaciones de capital, próximas al medio millón de euros, en Deportalia Sports SL, tal y como desveló el periodista Jorge Calabrés en El Español. Ampliaciones realizadas, supuestamente, por parte de Sergio Sánchez Casteñer, administrador único de esta sociedad e igualmente de Talentus Sports Speakers SL, la sociedad que fundó Munuera y de la que es socio.,
Por este motivo, desde Manos Limpias informan a Infantino que no descartan presentar también una denuncia ante la Agencia Tributaria para que este organismo investigue el origen de los fondos con los que se han llevado a cabo estas inversiones financieras, tal y como recomienda un asesor financiero consultado por el sindicato. De la misma manera, desde Manos Limpias afirman que el objetivo de que Hacienda haga un rastreo de estas operaciones se debe a que «existen sospechas de que Sánchez Castañer pueda estar actuando como persona interpuesta de Munuera». Para solicitar esta diligencia, la entidad acredita en su denuncia que ambas empresas tienen «una evidente vinculación al tener el mismo domicilio social -el inmueble de más de un millón de euros de la calle Roma número 28 de Córdoba de casi 900 metros cuadrados-, el mismo administrador único, la palabra ‘sports’ en ambas empresas y hasta el mismo teléfono».