En este contexto y a pesar de que el alquiler ha subido en los principales núcleos urbanos, la compra sigue siendo una opción inaccesible para muchos jóvenes, con precios que han experimentado un crecimiento del 34,32% en el último lustro. Mientras que en 2019 un inmueble tipo de 90m2 en España costaba 154.440€ (1.716€/m2), en 2024 su precio se incrementó hasta alcanzar los 207.450€ (2.305€/m2).
En el caso del alquiler la realidad no es mucho mejor, con aumentos, según datos de pisos.com, de hasta el 24% respecto a 2019, pasando de 9,46€/m2 a 11,73€/m2. Esta cifra es todavía mayor en la media nacional de alquiler en piso compartido, pasando de 287 euros en 2019 a 423 euros en 2024, o lo que es lo mismo, un incremento del 47,39%.
El problema se agrava en ciudades como Madrid y Barcelona, donde el precio medio del alquiler ha superado los 1.200 euros mensuales, lo que obliga a muchos jóvenes a compartir vivienda o retrasar su salida del hogar familiar. Además, el encarecimiento del coste de vida y la inestabilidad laboral hacen que cada vez más jóvenes pospongan decisiones como independizarse o formar una familia”, detalla Font.
Los datos de Eurostat revelan que la edad media de emancipación en España es de 30,4 años, solo por detrás de la de otros países como Croacia, Eslovaquia y Grecia. En otros países como Finlandia (21,4 años), Francia (23,7 años) o Alemania (23,9 años) la media de edad está por debajo de los 25 años.
Entre las principales barreras que enfrentan los jóvenes para independizarse se encuentran altos precios de la vivienda, así como los bajos salarios, la precariedad laboral y la falta de ayudas efectivas por parte del Gobierno. Desde el sector inmobiliario se espera que las dificultades de acceso a la vivienda persistan en 2025 si no se implementan medidas estructurales que fomenten la construcción de vivienda asequible y faciliten el acceso a hipotecas y alquileres más accesibles. «El mercado inmobiliario necesita una mayor oferta de vivienda a precios razonables y políticas que realmente faciliten la independencia de los jóvenes. Sin estas medidas, la tasa de emancipación juvenil en España seguirá siendo una de las más bajas de Europa», explican desde pisos.com.
La situación plantea un reto no solo para el sector inmobiliario, sino también para las políticas públicas de vivienda, que deberán adaptarse a las nuevas realidades del mercado y ofrecer soluciones efectivas para aquellos que quieren independizarse.