«Hoy nos encontramos en una situación totalmente distinta», ha esgrimido Planas, quien ha explicado que el peso específico del aceite de oliva «es pequeño dentro del conjunto del gasto de una familia», pero que aún así «es un producto simbólico de nuestra dieta mediterránea y nuestra forma de vivir y comer».
El ministro en funciones se ha remitido a mecanismos, cuando la oferta es excesiva como la situación actual, con la autorización de la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea, momento en que se procede a «retirar temporalmente el volumen», aunque ha indicado si hay un pequeño aumento de la producción su efecto sea que «pueda producir una moderación, aunque sea pequeña, de los precios».
Cuestionado por los datos que ha ofrecido la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Crespo, en esta jornada sobre el aforo de la cosecha de aceite para la campaña 2023-24, con 550.600 toneladas de aceite, un 7,4% más que el año pasado, el ministro en funciones ha asegurado que «estamos esperando a que la Junta de Andalucía comunique oficialmente al Ministerio los datos del aforo en lo que respecta a esta comunidad autónoma, como es la obligación legal que tiene», de manera que ha demorado hasta el próximo lunes, a las 12 horas, a la publicación de un comunicado por parte del Ministerio para «nuestra valoración, como Gobierno de España y como Ministerio, de cuál es el aforo de aceite».
Planas ha planteado un escenario de «incremento ligero de la producción» por las lluvias del arranque de septiembre, para advertir entonces de las temperaturas que se dan en estos momentos, y que, por tanto, «todos estos factores están incidiendo y está claro que hay una correlación directa entre las lluvias, la producción del olivar y los precios», antes de reafirmarse en no emitir un pronunciamiento oficial hasta el lunes.