Podemos es el socio que más contundente se ha mostrado, de momento, ante el caso de corrupción que afecta de lleno al PSOE y es por eso que, busca, al contrario que otros aliados del Ejecutivo, alejarse para no quemarse.
Para Podemos no es el caso abstracto de una «manzana podrida», sino que ya se puede hablar del «caso PSOE». Es por eso que el partido morado no quiere ser cómplice de las consecuencias que pueden suponer seguir apoyando al Ejecutivo del PSOE. Así, la primera medida que ha tomado la ejecutiva morada es la de no asistir a la ronda de reuniones que va a emprender el propio presidente del Gobierno, Sánchez. «No vamos a participar en el lavado de cara de un partido corrupto», ha avisado el portavoz del partido, Fernández. Del mismo modo, el partido de Ione Belarra ha avisado de su intención de construir una «alternativa a la corrupción». Los morados, sin embargo, descartan una moción de censura liderada por el PP, pero sí avisan de que Pedro Sánchez «no está legitimado para liderar el Gobierno».