El mensaje político que quiso enviar al Partido Socialista es que “o cumple con el acuerdo que hemos cerrado o que no nos espere en ninguna mesa de negociación” para los Presupuestos Generales del Estado, “y por supuesto que no cuente con los votos de Podemos para sacar adelante esos presupuestos”. “Mientras el Gobierno no cumpla con el acuerdo que alcanzamos para votar a favor de la reforma fiscal, es decir mantener el impuesto, el gravamen a las energéticas, desde Podemos damos por rota la confianza en el Gobierno, no lo consideramos un interlocutor fiable”.