Son las declaraciones de Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), durante su intervención en la IV Conferencia de Estabilidad Financiera organizada por el Banco de España & CEMFI en la sede del organismo monetario en Madrid. «Construir y mantener esa resiliencia requiere colaboración. El sistema fue capaz de resistir los impactos recientes gracias a los esfuerzos de los reguladores y legisladores, incluidos nuestros homólogos internacionales en el sistema financiero globalmente interconectado», ha comentado Powell. Tomaremos en cuenta estas lecciones y seguiremos aprendiendo, como debemos, porque el trabajo de construir y mantener un sistema financiero resiliente nunca termina», ha añadido.
Las declaraciones de Powell se han producido después de que los grandes bancos americanos hayan aprobado las pruebas de estrés de la Reserva Federal (Fed), según confirmó el banco central estadounidense en un comunicado publicado este miércoles. «Los resultados de la prueba de estrés bancaria anual demuestran que los grandes bancos están bien posicionados para capear una recesión severa y continuar otorgando préstamos a hogares y empresas incluso» en el escenario más pesimista, explicó el organismo monetario.
«Los 23 bancos examinados se mantuvieron por encima de sus requisitos mínimos de capital durante la recesión hipotética, a pesar de las pérdidas totales proyectadas de 541.000 millones de dólares. Bajo estrés, se proyecta que el índice de capital agregado basado en el riesgo de capital común, que proporciona un colchón contra pérdidas, disminuya en 2,3 puntos porcentuales, a un mínimo del 10,1%», añadió la Fed.
En este sentido, Powell ha reconocido que las quiebras bancarias que se han producido en Estados Unidos debido a las subidas de tipos de interés aplicadas por la Fed para controlar la inflación demuestran que «ya no son cuestión de semanas o días, sino que pueden ser casi instantáneas». «Afortunadamente», ha añadido, «en conjunto con otras partes del gobierno, pudimos actuar con decisión para satisfacer las necesidades de liquidez del sistema bancario, proteger a los depositantes y limitar el contagio».
En este sentido, ha recordado la importancia de que los grandes bancos estén bien capitalizados y cuenten con liquidez, ya que han sido claves para sofocar las tensiones del sistema. No obstante, ha reconocido que «los desarrollos recientes han revelado vulnerabilidades residuales que vamos a abordar y muestran la necesidad de estar atentos a los riesgos emergentes».
Por ello, ha señalado que la Fed «está comprometida a aprender las lecciones de las últimas quiebras bancarias para su programa de supervisión y regulación», por lo que «fortalecerá la supervisión y regulación de instituciones del tamaño de Silicon Valley Bank».
Powell, quien ha dialogado con Hernandez de Cos sobre la situación del sector en un escenario todavía inflacionista pese a las subidas de los tipos de interés, ha señalado que «en el largo plazo» habrá formas de reforzar la regulación y la supervisión, dos elementos que a su parecer han resultado claves para evitar que las quiebras bancarias que afectaron hace unos meses a bancos regionales tuvieran peores consecuencias. El presidente de la Fed ha explicado que ahora cuentan con «un marco para la estabilidad financiera» que no tenían antes de la crisis de hace una década, pero aun así hay riesgos.
El gobernador de la Fed también se ha referido a la senda de política monetaria. En la última reunión, la Reserva Federal decidió mantener los tipos en el rango del 5-5,25%, poniendo fin a una racha de 10 subidas consecutivas. Sin embargo, Jerome Powell ha dejado claro en su intervención en Madrid que verá apropiado incrementar los tipos de interés “dos o más veces” antes de final de año.
La Reserva Federal decidió hacer una pausa en la subida de los tipos porque estaban viendo que había cierto retraso en la transmisión de la política monetaria y por los posibles vientos en contra de la restricción del crédito. Pero el objetivo del banco central estadounidense sigue siendo llevar la inflación al 2% y por ello han adelantado nuevas subidas. No obstante, Jerome Powell ha apuntado que dependerá de la evolución de la economía.
Por su parte, Hernández de Cos ha señalado que todavía es pronto para hablar de cómo va a ser la política monetaria de la zona euro debido al elevado nivel de incertidumbre que rodea a la evolución de la inflación. Por ello, considera que hay que ser “más dependientes que nunca” de los datos. El gobernador del Banco de España sí que ha dado por sentado una nueva subida de los tipos en julio, pero la decisión de septiembre todavía está abierta, que considera que es “demasiado pronto” para hablar sobre el ajuste de los tipos en la segunda mitad de 2023. De Cos ha incidido en que es “evidente” que la inflación se mantendrá alta durante demasiado tiempo y ha hablado de los efectos de la segunda ronda, de los que habrá que estar atentos por si son significativos.
De Cos, no obstante, ha sido crítico con los mecanismos de supervisión y ha afirmado que “la supervisión no estaba funcionando bien”. Sin embargo, ha señalado que esto no solo se debe al “deseo de los supervisores”, sino a otras “muchas dimensiones”. Ha destacado también que “las mejoras para homogeneizar la supervisión no están siendo suficientes”, aunque ha dicho que “esto no significa que la regulación bancaria no haya aprendido nada” desde la crisis financiera.. El gobernador del Banco de España ha recordado las previsiones sobre la inflación en España y ha subrayado que sigue siendo un escenario con mucha incertidumbre. Por ello, ha señalado que hay que “monitorizar no solo la inflación, sino también la transmisión de la política monetaria». “Tenemos que ser capaces de reaccionar según lo que veamos”.