Según datos de ASEMFO (Asociación Nacional de Empresas Forestales, que elabora informes junto al MITECO), la inversión total en materia de prevención contra incendios en nuestro país, incluyendo la de la Administración General del Estado y la de las comunidades autómomas, se ha desplomado un 51% entre 2009 y 2022, el último año con datos completos.
La prevención durante el año es fundamental, según señalan los expertos, para minimizar el impacto del fuego durante el verano. El gasto incluye todo lo relativo a las labores que se llevan a cabo antes de la campaña de incendios forestales: limpieza de montes, infraestructura, personal, material. Esa inversión ha caído de los 364,17 millones de euros en 2009 hasta los 175,8 en 2022.
Además, se ha desplomado también el peso de la inversión en prevención sobre el total de dinero destinado a la lucha contra incendios: durante esos 13 años, cayó del 47% al 30%.
Además, es destacable que el presupuesto en extinción del conjunto de las administraciones públicas se ha mantenido estable en ese periodo, a pesar de las fluctuaciones en la superficie quemada. En 2022 -el peor año en superficie quemada del siglo- el presupuesto en extinción de incendios fue de 417,01 millones de euros, casi el mismo que en 2009, cuando la superficie de hectáreas quemadas fue muchísimo menor.
Según estimaciones de ASEMFO, el coste de apagar un incendio forestal ronda los 19.000 euros/hectárea.