Además, Oughourlian aprobará la refinanciación de la deuda con una polémica cláusula: que esa refinanciación se viene abajo si Oughourlian deja de ser el gestor del grupo.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el inversor francés de origen armenio propondrá al consejo aprobar estas dos cuestiones, que saldrán adelante porque tiene 11 de los 15 asientos del consejo. La ampliación de capital obligará a los accionistas españoles a aportar más fondos si quieren mantener su 7% del capital, al igual que al Santander (4%) y a la familia Polanco (7%) claramente alineados con los accionistas españoles, liderados por Varela Entrecanales y Contreras.
Es la tercera ampliación de capital que hace Oughourlian desde 2023, las dos anteriores en forma de emisión de bonos convertibles obligatoriamente en acciones de Prisa. La primera fue de 130 millones de euros y la segunda, de 100 millones, en 2024.
Oughourlian ya no cuenta en privado con el apoyo de Vivendi (12% del capital de Prisa) y tiene muy difícil es de Carlos Slim (7%), poco propenso a enfrentarse a los gobiernos. La ampliación de capital busca diluir a los accionistas españoles si no acuden, y convencer a inversores amigos para arañar más acciones de cara a la Junta.
Porque la batalla es clara: los dos bandos tienen que alcanzar el 51% del capital para ganar esa batalla. Ourghourlian para quedarse, los accionistas españoles para echarle. De momento, el inversor francés tiene el 29,7% del capital. La batalla se centra en conseguir el apoyo de Vivendi y de Slim.
Además de la ampliación de capital, Oughourlian aprobará la refinanciación de la deuda, actualmente en 750 millones de euros. El inversor francés ha pactado con Pimco, principal acreedor, unos términos de esta refinanciación que le son absolutamente favorables.
En primer lugar, que sólo el pueda estar al frente de la compañía pese a tener el 29,7% del capital. Si él sale o no gestiona, la refinanciación cae. Y, además, hay otra cláusula que señala que sólo los accionistas que tengan el 25% del capital, es decir, sólo él, puedan promover decisiones sobre la gestión económica. En definitiva, se trata de unas cláusulas que le dan todo el poder de gestión de una compañía de la que sólo tiene el 29,7% del capital.
Tanto la ampliación de capital como la refinanciación de la deuda muestran que Oughourlian no las tiene todas consigo todavía de cara a la Junta y no tiene el apoyo de Vivendi y Slim. En cualquier caso, un grupo de accionistas puede forzar una junta extraordinaria en cualquier momento y votar la salida del presidente.