La empresa, que desde julio ya forma parte del IBEX 35, ha justificado los menores beneficios en relación a la primera mitad de 2023 por los «costes de carácter excepcional de la oferta pública, así como a los gastos en fusiones y adquisiciones y a otros ajustes», que detalla que ascendieron a 84 millones. Entre estos gastos extraordinarios, Puig asegura que pagó 94 millones de euros como bonus en efectivo a su plantilla por la salida a bolsa. Puig ha asegurado también que el resultado atribuido ajustado, es decir, sin tener en cuenta todos estos gastos extraordinarios, fue de 238 millones, un 4,8 % superior al de un año antes.
El negocio de fragancias y moda ha aportado buena parte del negocio, con 1.598,6 millones, un 10,7 % más, mientras que el de maquillaje ha generado 334,4 millones, un 1,8 % menos, y el de cuidado de la piel otros 256 millones, un 25,2 % más. En términos de resultado operativo, el segmento de fragancias y moda supuso 294,2 millones, un 6,3 % superior; por 18,5 millones del de cuidado de la piel, un 2,8 % más, y 0,1 millones del de maquillaje, que aportó un 98,8 % menos.
En este sentido, Puig ha detallado en la nota remitida a la CNMV que el negocio de fragancias y moda ha supuesto el 73 % de las ventas totales, y que la multinacional ya tiene un 11,3 % de cuota de mercado global en fragancias selectivas gracias al tirón de marcas como Jean Paul Gaultier, Carolina Herrera o Rabanne.
Por áreas geográficas, la región formada por Europa, Oriente Medio y África han supuesto 1.154 millones en ventas hasta junio (53 % del total); 814 millones por el apartado Américas, y 204 millones de la zona de Asia-Pacífico. En cuanto al margen de ebitda ajustado, se situó en el 18,9 %, ligeramente por debajo del primer semestre de 2023, «debido al incremento de la publicidad y la promoción durante la primera mitad del año».