La compañía explica que este aumento refleja el impacto de los costes extraordinarios relacionados con la salida a bolsa contabilizados en 2024, junto con el «crecimiento de los ingresos y la continua disciplina operativa». El beneficio neto ajustado fue de 247 millones, lo que supone un incremento interanual del 3,9%, a pesar de verse afectado negativamente por «la diferencia de cambio de divisas en los resultados financieros y por menores beneficios de las empresas asociadas».
Por su parte, las ventas netas alcanzaron los 2.299 millones en el primer semestre, lo que representa un aumento del 7,6% a perímetro y tipo de cambio constantes (LFL) y del 5,9% en términos reportados, «por encima del mercado de belleza premium», explica la empresa.
El margen bruto del 75,8% se mantuvo estable respecto al primer semestre de 2024, lo que para la cotizada refleja «la continua resiliencia del segmento de fragancias y la eficiencia operativa, a pesar del impacto negativo del tipo de cambio».
En fragancias y moda, el resultado operativo aumentó hasta los 299,3 millones, frente a los 294,2 millones del año anterior, aunque la sección ha experimentado un decrecimiento del margen que Puig achaca a «las continuas inversiones en publicidad y promoción a fin de respaldar el valor de las marcas en regiones estratégicas».
En maquillaje, el resultado operativo aumentó hasta alcanzar los 12,1 millones durante el primer semestre, comparado a 0,1 millones en el mismo periodo del año pasado, con un margen de resultado del 3,6%. La firma destaca las «mejoras en los niveles de rentabilidad en las iniciativas de menor tamaño del segmento». Mientras, la división de cuidado de la piel vio aumentar su resultado operativo hasta alcanzar 21 millones, desde los 18,4 millones del año pasado, gracias a «la continua expansión de las propuestas de cuidado de la piel de mayor tamaño».
De cara a lo que resta de curso, Puig mantiene sus perspectivas para el ejercicio 2025, con un objetivo de crecimiento de las ventas LFL del 6% al 8% y de expansión continua del margen EBITDA ajustado. «Estas perspectivas reflejan la confianza de Puig en su estrategia, al mismo tiempo que consideran la actual incertidumbre económica y geopolítica», destaca la firma.
Puig ha creado el cargo de ‘deputy CEO’, al frente de todas las divisiones, para «impulsar el desarrollo de la visión y la estrategia de Puig en todo el negocio». Esta posición reportará directamente a Marc Puig, presidente y CEO de Puig, y el puesto será asumido por Albesa, que compaginará esta responsabilidad con la presidencia de ‘Beauty and Fashion’.
» Albesa se incorporó a Puig en 1998 y ha desempeñado un papel crucial en la dirección estratégica de Puig y en el impulso a la expansión global de su portfolio de fragancias y moda», explica la empresa.