Y es que puestos a animar a los suyos, ya cansados de tantas informaciones ciertas que no inventadas sobre, por ejemplo, la señora del susodicho preboste, este personaje ha decidió que hay que callar las bocas de todos los que revelan sus escandalosos secretos de alcoba. ¿Cómo? Con el Plan de Acción por la Democracia y contra los bulos que él mismo anticipó antes del verano y que, según ha dicho, espera que cuente con el apoyo del PP. Lo ha dicho ante los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas reunidos en el Congreso a los que se ha dirigido con motivo del arranque del nuevo curso político.
Según parece el plan «emana» de la Constitución, «que defiende el derecho de los ciudadanos a una información veraz», y también de las medidas aprobadas por el Parlamento Europeo y por la propia Comisión Europea. Por eso, ha dicho confiar en que cuente con el apoyo de «todos los demócratas» del país. Y como no puede parar de manipular y mentir no se le ha ocurrido otra cosas que insinuar que «no se entendería que en Estrasburgo aprueben unas cosas y luego aquí, en el Congreso de los Diputados, voten en contra de esas mismas cuestiones».
Como si él no dijese cada dos por tres una verdad y su contraria sin tan siquiera pestañear. Pero no importa, en su opinión el plan ayudará a «dotar de más transparencia, más pluralidad y mayores garantías» a las Cortes Generales y al «ecosistema informativo» y servirá a hacer frente a la «desinformación» y la «máquina del fango» que asedian a la democracia.
Y claro a uno se le viene a la memoria aquello que dijo hace unos días de que gobernaría aún sin el «concurso» del Poder Legislativo. Mientras que hoy ha asegurado que «tenderá la mano a los grupos parlamentarios para consolidar la senda de crecimiento y creación de empleo, avances sociales y convivencia». ¿En que quedamos?
Y ya para colmo de desvergüenza ha señalado que tiene intención de agotar la legislatura pese a estar en minoría parlamentaria y por tanto les ha pedido que dialoguen y se abran «a las ideas y necesidades» de otras fuerzas políticas, aunque sin olvidar las propias.”
Todo un programa de lo que él no hará nunca. Si no al tiempo