Las reacciones se han ido sucediendo con el paso de los días, y van desde la respuesta en la calle mediante movilizaciones que han acabado en batalla campal en varias ocasiones, hasta la oposición de los partidos de derecha, de diversos colectivos como el judicial, o incluso de dirigentes socialistas como García-Page. Medios internacionales se han posicionado, y ahora también empiezan a hacerlo los analistas. Esto es lo que opinan.
El cariz internacional que está tomando esta cuestión, dado que el pacto socialista con Junts se ha sellado con el propio Carles Puigdemont, huido de España y afincado en Bruselas, donde actualmente es eurodiputado en el Parlamento Europeo, no se le escapa a nadie. De ahí que medios de la talla de Bloomberg, Financial Times o Wall Street Journal hayan publicado sendos artículos de opinión sobre lo que podría suponer el acuerdo y la amnistía.
Y de ahí también que algunas firmas de análisis estén ofreciendo ya su punto de vista sobre las implicaciones de lo acordado. Una de ellas ha sido Rabobank, cuyos expertos han dedicado un extenso apartado en su comentario diario de este viernes a analizar la situación en la que queda España.
«El apoyo de Junts significa que Sánchez ha vencido los pronósticos y que un nuevo gobierno de izquierdas es ahora muy probable», destacan sus expertos. Y es que el socialista se ha granjeado ya todos los apoyos que necesita para repetir como presidente del Gobierno, después de haber sellado en las últimas horas sendos acuerdos también con otras formaciones como el PNV o Coalición Canaria. En total, el líder del PSOE cuenta con 179 votos, tres más que la mayoría absoluta, lo que a todas luces le permitirá revalidar su cargo y mantenerse como inquilino de la Moncloa.
Sin embargo, los estrategas del banco holandés también apuntan que las concesiones que se han hecho para la investidura suponen que «los partidos separatistas seguirán controlando firmemente la agenda y el éxito de Sánchez», ya que dependerá de su apoyo para aprobar leyes durante la legislatura. «En general, la formulación de políticas probablemente será lenta, dado que la coalición PSOE-Sumar dependerá de los votos de muchos partidos regionales en el parlamento nacional (o de los partidos de derecha en la oposición) para impulsar nuevas leyes y reformas».
De hecho, aunque no terminan de descartar algún posible pacto de Estado entre el PSOE y el que sería el principal partido de la oposición, el PP de Núñez Feijóo, reconocen que esta opción parece lejana, al calor de la amnistía, que los populares están criticando férreamente. «Es el acuerdo sobre la amnistía lo que provoca más tensiones», destacan desde Rabobank, y apuntan que «si bien la amnistía podría mejorar la relación entre el PSOE y los partidos independentistas catalanes, empeora la relación entre el PSOE y el PP, mientras que la relación entre el PSOE y Vox difícilmente podría empeorar».
La amnistía, insisten los analistas de la firma, «aumenta las tensiones en todo el país y deja aún menos margen para cualquier cooperación en la formulación de políticas futuras entre el futuro gobierno de izquierdas y la oposición de derechas», destacan.
Pero además, se preguntan qué harán Puigdemont y los suyos si la aprobación de la ley de amnistía se retrasa. «¿Seguirían dando apoyo al Gobierno de Sánchez para aprobar leyes o no? En caso de esto último, España podría enfrentarse a un gobierno cojo durante más tiempo», comentan. Lo dicen porque el proyecto de ley de amnistía aún debe ser aprobado en el Congreso, y una vez que se haga, dado que «la oposición carece del número de escaños suficientes en la Cámara baja para impedir su adopción», debe seguir el trámite parlamentario en el Senado.
Allí la mayoría absoluta del PP «puede retrasar, pero no impedir, la adopción final del proyecto de ley», comentan los expertos de Rabobank, que creen no obstante que «el probable retraso podría significar que la votación de investidura tendrá que celebrarse antes de que la ley haya sido adoptada oficialmente». De hecho, la votación ha de realizarse antes del 27 de noviembre, o de lo contrario habría que convocar nuevas elecciones.
Además, comentan que «se desconoce a dónde conducirá la solicitud de aclaración del proyecto de ley por parte de la Comisión Europea». Recuerdan, en este sentido, que la solicitud fue el resultado de la presión ejercida por los políticos de la oposición y ciudadanos preocupados, pero explican que «para que la Comisión realmente ‘interfiera’ probablemente tendrá que haber pruebas de un vínculo con delitos de malversación o apropiación de fondos públicos o una violación grave del Estado de derecho, lo que en última instancia podría llevar a que fluyeran menos fondos al país».
Por último, «si bien la oposición no puede defender la ley, ciertos jueces/tribunales pueden defender su aplicación». Y es que «si los tribunales que tendrán que aplicar la ley de amnistía impugnan su constitucionalidad, la aplicación quedará paralizada hasta que el Tribunal Constitucional haya emitido su veredicto». Llegados a este punto, «no está claro cómo reaccionará el partido Junts de Puigdemont en caso de un retraso en la aplicación o incluso si se deroga la ley». Y sobre los retos del nuevo Gobierno, dicen que «podemos esperar que se centre más en la política social», al calor de las medidas que contiene el acuerdo de coalición sellado por PSOE y Sumar. «Incluía, entre otras cosas, un aumento del salario mínimo, estimulando semanas laborales más cortas con el mismo salario, regulando los recortes de empleo y aumentando el parque de viviendas públicas», lo que «se pagaría en parte gravando a los ricos y adinerados».
En opinión de Rabobank, al Ejecutivo de izquierdas le resultará «difícil mantener los equilibrios fiscales bajo control», y más cuando intentará «satisfacer los deseos de las partes involucradas -específicamente los de Sumar- con bastante riesgo de deslizamiento fiscal».