La firma estadounidense se suma a AQR Capital Management, que mantiene otra del 0,6% desde el pasado 24 de junio. En conjunto, las dos gestoras internacionales acumulan más del 1% del capital de la operadora del sistema eléctrico español en posiciones a la baja, un nivel inusual en una compañía de perfil regulado y carácter estratégico dentro del Ibex 35.
El aumento de las apuestas bajistas coincide con un momento de creciente presión sobre el valor, tras las advertencias de las agencias de calificación crediticia sobre un posible deterioro del perfil financiero de Redeia. S&P ha señalado recientemente que «la posible interferencia política se sigue considerando como una debilidad relativa», al depender el plan inversor del grupo de las decisiones del Gobierno y estar la fijación de tarifas supervisada por el regulador.
La agencia también hace referencia al impacto del apagón eléctrico del pasado 28 de abril, un episodio que ha añadido incertidumbre al futuro de la compañía. S&P reconoce que la responsabilidad de Redeia, incluso parcial, no fue reconocida legalmente por el Estado en su informe técnico del 17 de junio, aunque recuerda que la CNMC debe determinar la responsabilidad formal de cada actor implicado. En su propio informe, la compañía defendió haber cumplido en todo momento los procedimientos operativos establecidos por el regulador.
Según S&P, «más allá del impacto reputacional, el apagón pone de relieve la complejidad de operar el sistema eléctrico español». La agencia advierte de que, mientras el proceso de atribución legal de responsabilidades no se cierre, podrían presentarse reclamaciones por parte de consumidores finales —tanto empresas como particulares— a través de comercializadoras y distribuidoras. «Consideramos que las valoraciones preliminares sobre compensaciones económicas llevarán tiempo, y que los procedimientos judiciales podrían alargarse durante años. Los resultados podrían tensionar aún más el perfil financiero del grupo en ausencia de medidas correctoras», señala la calificadora.
S&P añade que el efecto positivo derivado de la venta de Hispasat se ve compensado por el impacto negativo del apagón y por la posible exposición a riesgos regulatorios. La agencia mantiene bajo revisión la calificación crediticia de Redeia ante la combinación de presiones reputacionales, eventuales responsabilidades económicas y un entorno de rentabilidad regulada a la baja.
En paralelo, las acciones de Red Eléctrica han mostrado un comportamiento más débil que el conjunto del Ibex 35, reflejando las dudas del mercado sobre la evolución de su perfil financiero y la estabilidad de sus ingresos regulados. Las posiciones cortas de fondos como BlackRock y AQR ponen de manifiesto esa percepción de vulnerabilidad a corto plazo en uno de los valores tradicionalmente más defensivos del mercado español.