Este resultado, que también supone un desvío del 40% respecto al presupuesto previsto (-70,0 millones), refleja un fuerte incremento de los gastos operativos que no ha sido compensado por el crecimiento de los ingresos.
Pese a que el primer trimestre del año suele ser el más flojo en términos de negocio, este año se ha visto aún más agravado por la caída de la Semana Santa en abril. Aún así, la compañía pública elevó su facturación en 50 millones por la mejora del negocio de viajeros, especialmente en alta velocidad. Sin embargo, la caída en el negocio de mercancías y el alza de costes deterioraron significativamente sus márgenes, lo que aleja el objetivo del equilibrio financiero logrado el pasado año: perdió 2,95 millones en 2024, frente a los 121,5 millones de 2023.
Entre enero y marzo, el grupo Renfe registró ingresos de 1.402,4 millones de euros, un 3,7% más que los 1.352,1 millones del año anterior. Este crecimiento se debe principalmente al buen desempeño de su filial de Viajeros, que facturó un 4,7% más, hasta 1.243,6 millones de euros. En términos operativos, Renfe transportó 180,7 millones de pasajeros, una cifra prácticamente idéntica a la del año previo. En paralelo, los gastos operativos del grupo crecieron un 4,5%, el equivalente a 57,3 millones, hasta suponer un total de 1.333,5 millones de euros. En consecuencia, el incremento de costes superó al de los ingresos, reduciendo el Ebitda en un 9,3%, hasta 68,9 millones de euros. Esta cifra es casi un 50% inferior a lo presupuestado internamente por la empresa.
El negocio de carga sigue siendo, un año más, el gran lastre del grupo. Renfe Mercancías facturó 54,9 millones de euros, un 15,5% menos que en 2024, y su volumen transportado cayó a 3,02 millones de toneladas netas, un 21,53% menos que el año anterior. Esta caída ha triplicado las pérdidas operativas, hasta situar el Ebitda de la filial en -12,1 millones, y ha ampliado las pérdidas netas a 20,8 millones de euros, un 56% más que en 2024.
Renfe Viajeros, pese a su crecimiento en ingresos, acumuló pérdidas de 69,6 millones de euros (+21% interanual) debido al aumento de costes. La filial de Ingeniería y Mantenimiento, con ingresos de 194,2 millones (+3,3%), volvió a números rojos (-9,1 millones) por un alza de costes del 9,2%. El llamado ‘Rosco’, Renfe Alquiler de Material, aunque siguió siendo rentable, vio caer su beneficio un 24,3% hasta 1,3 millones de euros.
Por último, Renfe Proyectos Internacionales fue la única filial con un desempeño positivo, con ingresos de 6,2 millones (+28,8%) y un beneficio de 0,67 millones, aunque lejos de los objetivos internos. Este resultado contrasta con la decisión de la directiva de replantear sus operaciones en Francia, que son las que proporcionan la mayor parte del negocio gracias a los trenes transfronterizos que conectan Barcelona con Lyon y Marsella.