Durante el primer semestre de 2024, los «7 Magníficos» representaron el 60% de la rentabilidad del S&P500, similar al 62% en 2023. Solo 7 empresas han representado más del 60% de la rentabilidad de un índice compuesto por 500 compañías, lo que no refleja la realidad de la economía en su conjunto.
En el segmento de compañías de crecimiento, la concentración es todavía mayor. Por ejemplo, un tercio del peso del índice Russell 1000 Growth está concentrado en solo tres compañías. Esta situación recuerda a otras crisis de concentración, como la burbuja de las Nifty Fifty* en los años 70 o la burbuja de las puntocom en los años 2000.
Diversificación VS Concentración: Los 7 Magníficos
Los datos analizados corresponden al periodo comprendido entre el 1 de enero de 2025 y el 31 de marzo de 2025.
La tabla adjunta refleja los pesos de los 7 Magníficos tanto en el MSCI Word como en la Cartera Moderada de Portocolom, donde se aprecia que la mayor diversificación de nuestra cartera da como resultado una exposición del 57% a ese conjunto de valores frente a la del índice de referencia.
Mientras que en 2024 la exuberancia de los 7 Magníficos suponía un peor desempeño de nuestra cartera respecto al índice, en 2025 y en un entorno de mercado que está experimentando una corrección muy significativa, el impacto de dichas caídas es notablemente menor en nuestra cartera. Las correcciones de estos 7 valores han implicado una caída promedio a lo largo del primer trimestre de 2025 del 14%, lo que ha aportado al índice MSCI World una pérdida del 2,88%, mientras que en la cartera de Portocolom, el impacto negativo ha representado solo un 1,74%.
Las inversiones a largo plazo pueden experimentar movimientos temporales de carácter extremo como el vivido en 2024 por los 7 Magníficos, pero lo normal es que las ineficiencias puntales del mercado se corrijan con el tiempo, tal y como como hemos visto en las últimas semanas. Esto demuestra que respetar la filosofía de inversión (cada cual la suya) ayuda a evitar el cometer errores a medio y largo plazo, por lo tanto creemos que debemos ser fieles a nuestros objetivos de rentabilidad-riesgo-impacto más allá de las tendencias que se generen en el mercado a corto plazo.
Inversión Ética y Sostenible
Invertimos basándonos en principios que ponen la dignidad humana en el centro. Evitamos activos que atenten contra la dignidad humana o que se beneficien de situaciones catastróficas, como la industria armamentística o sectores que se lucran desproporcionadamente en crisis globales.
Analizando el comportamiento reciente del mercado, sectores como tecnología, defensa, materias primas y energía han dominado las rentabilidades, mientras que utilities y salud han quedado rezagados. Sin embargo, estos sectores no siempre son compatibles con una inversión ética y sostenible.
Las controversias éticas que rodean a algunas de las empresas tecnológicas, como el uso intensivo de energía o las malas prácticas en el manejo de datos, dificultan considerarlas como opciones sostenibles a largo plazo.
A continuación, enumeramos algunas de las controversias en torno a estas compañías:
• Controversias éticas: algunas de estas empresas han enfrentado críticas por prácticas laborales y derechos humanos. Las condiciones laborales en las cadenas de suministro tecnológicas no siempre cumplen con los estándares más estrictos de derechos humanos (como por ejemplo hemos visto en el caso de Apple y sus cadenas de suministro en China).
• Alto consumo energético: empresas como Tesla y Meta requieren grandes cantidades de energía para sus operaciones, lo que puede entrar en conflicto con los principios de sostenibilidad, especialmente si no toda esa energía proviene de fuentes renovables.
• Consumo de agua: la producción de chips consume enormes cantidades de agua, lo cual plantea serios desafíos desde el punto de vista ambiental, particularmente en regiones afectadas por la escasez hídrica. Nvidia y Apple destacan entre las empresas con mayor consumo de agua. Algunas empresas en la industria de semiconductores están tomando medidas para mitigar el impacto ambiental del alto consumo de agua, pero no es el caso ni de Nvidia ni de Apple.
• Uso de datos: Meta (anteriormente Facebook) ha enfrentado numerosas críticas por su gestión de los datos de los usuarios, siendo el escándalo de “Cambridge Analytics” el más conocido. En 2018, se reveló que esta consultora política obtuvo acceso indebido a los datos personales de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento, lo que levantó preocupaciones sobre la privacidad y el uso no ético de la información con fines de manipulación política. Este incidente fue uno de los casos que expuso la falta de control y transparencia en la forma en que Meta maneja los datos, comprometiendo principios éticos importantes en carteras de inversión sostenibles.
• Sesgo algorítmico: Meta ha sido acusada de utilizar algoritmos que fomentan la polarización y el extremismo. Estos algoritmos priorizan contenido que genera reacciones emocionales fuertes, lo que a menudo conduce a la difusión de desinformación o contenido divisivo, afectando negativamente el debate público. Según investigaciones internas filtradas, el propio equipo de Meta estaba al tanto de que sus algoritmos promovían contenido más polarizado, pero optaron por no realizar cambios sustanciales debido a su impacto en la retención de usuarios. Esta manipulación algorítmica también se ha señalado por fomentar estereotipos y reforzar creencias sesgadas.
Conclusión
Desde nuestra perspectiva, invertir no debe ser un simple juego especulativo. Aunque los mercados a corto plazo pueden estar impulsados por pocos actores, como hemos visto con los «7 Magníficos», creemos en una estrategia de largo plazo que se base en la diversificación, el respeto por los derechos humanos y la sostenibilidad. Nuestro enfoque se centra en maximizar el equilibrio entre rentabilidad, riesgo e impacto en las inversiones de nuestros clientes. Esto implica evitar la concentración excesiva en unos pocos valores dentro de una cartera, ya que no estaríamos gestionando el riesgo de forma adecuada. Además, no invertimos en empresas que, de alguna manera, vulneren la dignidad humana. La clave está en generar rentabilidad sin comprometer la ética ni los principios que guían nuestras decisiones.