Así lo sostuvo Margarita Robles en sendas entrevistas en TVE y la Cadena SER, recogidas por Servimedia, durante la que desveló que los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) repiten que en los 20 años que llevan desde su creación “no han visto una situación como la que estamos viviendo en este momento”. Robles subrayó que los que asolan España en estos momentos son unos fuegos de una enorme voracidad”, e incontrolables en la mayoría de los casos “que además son muy difíciles de extinguir, por no decir imposibles”. A ello se suma, explicó, que la situación se agrava al producirse muchos focos al mismo tiempo, que están en lugares muy diferentes, “pero que se van retroalimentando”.
En este punto, pidió ser conscientes de que «en muchas ocasiones el fuego hasta que no haya un cambio meteorológico no se va a poder controlar. Es imposible controlarlo ni por tierra ni por aire».
La ministra pidió «ser muy sinceros con las poblaciones y decirles la verdad de lo que hay», y es que en estos incendios «hay lugares donde el fuego no se va a poder controlar, si no es con el cambio de clima y lo importante es salvar vidas, perimetrar las poblaciones».
Y lo hacen, alegó, «con actuaciones que los que no somos técnicos no entendemos, ya que a veces la gente se pregunta por qué se deja a quemar un terreno, y se deja a quemar un terreno, precisamente para evitar que el fuego pueda ascender». «Creo que este es el momento de los técnicos, no es el momento de los políticos, no está bien que los políticos quieran utilizar esta situación».
La ministra sostuvo que también las altas temperaturas hacen que los fuegos controlados se vuelvan a reavivar, y la circunstancia de que, al ser de tanta magnitud, generan un intenso humo que “hace que por vía aérea no sea posible tampoco ni siquiera acercarse para la extinción”, como le explicaron ayer los pilotos del Ejército del Aire y del Espacio del 43 Grupo, y pilotos de helicópteros de la UME. Por tanto, insistió, “estamos viviendo una situación de incendios que no se había vivido en 20 años”, por unos fuegos con “unas características muy especiales como consecuencia del cambio climático”, y de la actual ola de calor.
A este respecto, pidió ser “muy conscientes” de que hasta que esta ola de calor no amaine, algunos incendios en algunas partes “son incontrolables” y ahora la prioridad “tiene que ser salvar vidas y proteger poblaciones”, en una situación que, dijo, “podemos calificar como dantesca”.
Siguiendo con su argumento, Robles admitió que se pueden incrementar todo lo que se quieran los efectivos militares en el despliegue, pero enfatizó que “no podemos engañar a los ciudadanos, no podemos decir que faltan medios para la extinción del incendio: están y han estado desde el día 2 de agosto”. Otra cosa, dijo, es que esos militares que se sumen hagan labores de patrullaje, como ya hacen en Galicia en la ‘Operación Centinela’, de igual forma que las hacen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero nunca en el ataque directo al fuego, que “solamente lo pueden hacer quienes están cualificados, que es la UME”.
La ministra agregó que cuando pase la crisis se podrá “contar la heroicidad de lo que está realizando la UME”, y por ello emplazó a que “no se hiciera demagogia con este tema”. Sobre la dureza del trabajo que están desarrollando, desveló que los efectivos de la UME están «12 horas, 13, 14 las que hagan falta, con un trabajo intensísimo». «Nosotros casi que les obligamos a que hagan descanso, porque si por ellos fuera no descansarían y es muy importante también que haya un mínimo de descanso», agregó.
Robles pidió, asimismo, que se atiendan las indicaciones de evacuación de las autoridades, después de que se hayan producido casos en los que algunos vecinos deciden quedarse pese a la cercanía del fuego. También explicó que “a veces es difícil tomar una decisión de si hay que evacuar o no hay que evacuar”, porque la evacuación puede conllevar riesgos por los cambios en la dirección de los incendios.
No obstante, consideró que a pesar de entender “el drama humano de gente que lo pierde todo”, alertó de que “para poder atacar este fuego con estas características, hay que ser absolutamente profesionales y no se pueden poner en riesgo las vidas”. Por ello, reclamó a la población que “escuche a los técnicos, que hay muchos, y yo hablo de la UME, hablo de los militares, pero hay muchos bomberos profesionales que son los que les tienen que aconsejar”. “La prioridad tiene que ser salvar vidas y son incendios absolutamente incontrolables que no se pueden controlar y nadie, por muy buena voluntad que tenga, puede con medios que son unos medios escasísimos”, argumentó.
Finalmente, la ministra eludió responder a si Extremadura, Galicia o Castilla y León deberían pedir al Gobierno asumir el mando de la emergencia, ya que alegó que “los ciudadanos lo que quieren es que le resolvamos la situación en la medida de lo posible”, aunque “siendo muy conscientes de que hasta que no cambien las temperaturas, esto no se va a poder controlar “.