“El Gobierno continúa creyendo en su inocencia, y más aún tras todo lo visto”, afirma el presidente, en alusión a la investigación abierta por la presunta revelación de secretos vinculada al caso de González Amador.
Y es que Sánchez defiende en esas declaraciones que “la verdad se acabará imponiendo” y que esa verdad no es otra que “la inocencia del fiscal general”. A su juicio, el Ejecutivo ha respaldado “con razones y argumentos a una persona inocente” y mantiene su confianza en la justicia. Y puesto que es tan gran jurista, el jefe del Gobierno evita sugerir una posible dimisión de García Ortiz, dejando claro que el apoyo institucional permanece intacto.
El presidente también aprovecha para matizar sus declaraciones del pasado septiembre, cuando apuntó que “hay jueces que hacen política”, y subraya que debe ser “muy escrupuloso y respetuoso con los procedimientos judiciales”, especialmente los que afectan a familiares. No obstante, insiste en que la derecha ha activado una “máquina del fango” —una estrategia de desgaste mediático y judicial— con el apoyo de “pseudo sindicatos de ultraderecha” como Manos Limpias o Hazte Oír. “Se basan en recortes y rumores amplificados por medios y tertulias para construir una realidad paralela”.
Sánchez extiende su defensa al terreno personal, aludiendo a las causas judiciales abiertas contra su esposa y su hermano, y reitera que confía plenamente en que “la verdad se impondrá”. La polarización política, dijo, “es asimétrica” y el PSOE “ha sido el partido más atacado de España”. Según el presidente, el auge de la ultraderecha se debe al “blanqueamiento” que el Partido Popular hace del discurso de Vox, un fenómeno que considera “peligroso para la democracia”.
En clave política, el líder socialista confirma que se presentará a la reelección en 2027, convencido de que su gestión avala una nueva candidatura. “En el PSOE no ha habido financiación irregular; donde sí la hubo, con sentencia firme, es en el Partido Popular”, recalca. También defiende la estabilidad del actual Gobierno de coalición pese a la fragmentación parlamentaria y las tensiones con sus socios catalanes.
Preguntado por el bloqueo de Junts, Sánchez insiste en que el Ejecutivo ha cumplido “con todos los compromisos asumidos” y que no se plantea un adelanto electoral. Reconoce que es “necesario” alcanzar acuerdos con el PP, pero denuncia la falta de voluntad de Feijóo, a quien acusa de rendirse “a la ultraderecha y al esperpento”. “No es una buena noticia que la extrema derecha crezca, y menos cuando es la propia derecha la que legitima su discurso”.

