Así lo han confirmado fuentes cercanas a la compañía de la familia Aperribay con sede en Guipuzcóa y oficinas también en Madrid, que han detallado que su incorporación está únicamente pendiente de que la Oficina de Conflictos de Interés publique el correspondiente informe de incompatibilidad.
Se da por hecho que no habrá problema alguno para recibir ese visto bueno, porque ya hace dos años que dejó de ser secretario general de Industria en el Gobierno de Sánchez, en febrero de 2023. Su paso por Renfe no supone problema alguno en este sentido. La salida de Blanco al frente de Renfe fue anunciada el pasado 7 de enero y entonces se dijo que dejaba su cargo razones personales y que su intención era continuar trabajando en el ámbito privado. Ese relevo tuvo lugar después de meses complicados en un mandato en el que Blanco tuvo que hacer frente a tensiones dentro de Renfe y con el Ministerio de Transportes azuzadas por las múltiples incidencias en los servicios de alta velocidad y de cercanías, a lo que siguió el descarrilamiento de un tren remolcado en el túnel madrileño entre Chamartín y Atocha. A Blanco le reveló al frente del operador ferroviario Fernández Heredia, ex secretario general de Movilidad con Óscar Puente como ministro de Transportes.
SAPA es uno de los primeros accionistas de Indra, donde el Estado cuenta con el 28 % del capital social a través de SEPI. A finales de 2021 compró el 5 % de Indra que estaba en manos de la familia March a través de Corporación Financiera Alba. A comienzos de 2024 elevó su participación hasta el 7,94 % de la compañía tecnológica, lo que le convierte en el tercer mayor accionista, por detrás de SEPI y de Escribano, que cuenta con el 14,3 % de las acciones.