Esto supone que desaparecerá del mercado un gran número de pisos baratos, ya que las viviendas de Sareb se venden a un precio medio de 90.000 euros, lo que las convierte en las más accesibles para el comprador.
La entidad cerró la venta de 10.500 viviendas a través de canales minoristas, a un precio medio de 90.000 euros. La gestión de estas transacciones se llevó a cabo a través de Hipoges y Anticipa/Aliseda, los servicers que tienen el encargo de desinvertir estos activos, cuyo mandato termina el próximo mes de agosto. Este freno en las transacciones residenciales se produce en el contexto del futuro traspaso de los activos de Sareb a la nueva empresa pública de vivienda, que se crea sobre las bases de la ya existente Entidad Pública Empresarial de Suelo y que destinará estos inmuebles al alquiler con fines sociales.