Griffiths asegura que ese nivel de fabricación de vehículos será posible porque la compañía está trabajando con los sindicatos en fórmulas de «flexibilización» para «maximizar» la producción de la planta. Para reforzar la producción, se recurrirá a un aumento de los fines de semana, al calendario de verano o bien se apurarán las posibilidades de fabricación de la línea 2, la que produce el Cupra Formentor, el Seat León y el Cupra León, detalla el directivo.
Aunque a finales de noviembre de 2024, dirección y sindicatos pactaron una producción en 2025 de unas 460.000 unidades, 20.000 menos que en 2024, la nueva estimación prevé recuperar la cifra gracias a estos recursos.
Griffiths comenta que 2025 será un año «de transición», porque Seat se prepara para producir a partir de 2026 sus dos primeros vehículos eléctricos, el Cupra Raval, y el ID.2 de Volkswagen, ambos urbanos, que se fabricarán en la línea 1, mientras que la línea 3 concentra el Audi A1, el Seat Arona y el Seat Ibiza.
Más allá de la producción, el directivo británico prevé que Cupra crezca en 2025 «a doble dígito» en ventas este año, impulsada por el tirón de la marca y por sus nuevos modelos, el Cupra Tavascan y el Cupra Terramar. Pese a admitir que la situación económica de Alemania, el primer mercado para Cupra, le «preocupa», Griffiths es «optimista» sobre la evolución de las ventas en el mercado alemán y también espera buenos datos tanto en Europa, donde la marca «es fuerte», como en otros mercados internacionales como Australia o México, según recoge la agencia Efe.
Preguntado por cuándo prevé que Cupra supere a la marca Seat en volumen de unidades vendidas, tras haber ya rebasado a la segunda en facturación y en rentabilidad, cree que puede ocurrir ya este año, aunque insiste en que ambas marcas son «complementarias» y no compiten una contra otra. En 2024, Seat logró un nuevo récord de ingresos, con una facturación de 14.578 millones de euros, el 2,9% más, y este año Griffiths espera que los ingresos sigan creciendo. No obstante, subraya que ese dato es «secundario», puesto que lo más importante es seguir creciendo en «rentabilidad» y, en ese aspecto, ve clave resolver cuanto antes las incertidumbres en torno a los aranceles al Cupra Tavascan, que se fabrica en China.
Por otra parte, Griffiths (Dukinfield, Reino Unido, 1966) ha hecho balance sobre su etapa al frente de Seat y sus planes de futuro. El directivo británico, que es consejero delegado de Seat y de Cupra desde enero de 2020, asegura que tiene «el mejor trabajo del mundo en la industria de la automóvil». «Nunca imaginaba cuando volví a España hace casi diez años que me iba a tocar ser presidente de esta compañía. Vine a España a vender Seat, como vicepresidente comercial, y ahora soy presidente de Seat», ha rememorado Griffiths, que fue nombrado vicepresidente comercial de Seat en 2016.