Pues bien si hace unos meses el Gobierno Sánchez acusaba cierto cansancio y sus ministros defendían posturas encontradas y distantes, ahora, nada mas empezar la nueva Legislatura ya andan a la greña, y eso que esto no ha hecho mas que empezar y solo se han reunido un par de veces, por lo que se anuncian grandes enfrentamientos, aunque siempre con la boca pequeña, porque los socialistas saben que sus socios de Sumar tiene que callar, porque nos e atreven a dejar la poltrona arrastrando a Sánchez a unas nuevas elecciones. Así las cosas, los pequeños enfados y rabietas, al menos de momento solo son eso, pero son buena muestra de lo que nos espera.
Y como primeras muestras ya tenemos el enfado de Compromis con el ministro Puente y la rabieta de Diaz con Calviño.
Puente anuncio en Valencia la ampliación del Puerto de Valencia, que curiosamente había sido negada por el partido de Suma, arguyendo el compromiso del partido y de la propia vicepresidenta Diaz. La aprobación ha generado una reacción violenta de algunos dirigentes de la facción valenciana de Sumar pidiendo romper el pacto de gobierno con Sánchez o irse de Sumar si se aprobaba la ampliación del puerto.
Lo de la vice dos con su compañera la vice uno es ya casi un a tradición o al menos eso indican las ultimas declaraciones de la gallega que, cada vez que Calviño dice algo se enerva cual serpiente al que le han pisado la cabeza y sus palabras no dejan mucho espacio a la duda. «Le diría a la señora Calviño – ha declarado. – que acabamos de cerrar un acuerdo con el Partido Socialista que dio la Presidencia del Gobierno al señor Sánchez en el que se dice de manera clara, justamente en momentos de crisis de inflación sin precedentes, que los que más tienen más tienen que aportar».
Es decir, que los bancos a pagar, diga lo que diva la futura presidente del BEI, aunque Diaz es de las que en cuanto don Pedro habrá la boca se calla y recula.
Habrá que esperar, pero pronto se tensan las relaciones entre unos y otros y ese es un mal augurio para el socialismo.