Aunque estos comentarios sugieren que se pedirán cuentas a Gamesa, no está claro si una desinversión es posible dada la suspensión de la producción en curso de sus plataformas terrestres 4X y 5X, así como las responsabilidades de mantenimiento y reparación de las turbinas que ya están instaladas. En este sentido, el directivo ya informó a principios de mes que los pedidos de turbinas marinas son actualmente inferiores a las previsiones iniciales, pero apuntó a un cierto optimismo a medio plazo.
Por otro lado, la empresa que dirige Bruch tiene que hacer frente al encarecimiento de las materias primas, al aumento de los costes de financiación, a los problemas de la cadena de suministro y a los bloqueos normativos en Estados Unidos que afectan al sector eólico en general.
Siemens Energy ha informado de que los avales ofrecidos por el Ejecutivo germano a raíz de los problemas en las turbinas de Gamesa no se pueden calificarse de «rescate», ya que la empresa «no necesita ayudas directas». La compañía anunció en noviembre que el Berlín avalaría 7.500 millones de euros de un total de 12.000 millones de garantías, de los que 11.000 llegarían a través de un consorcio de bancos. El resto del montante, de 1.000 millones, lo aportará otro grupo liderado por Deutsche Bank. Dicho mecanismo de avales tendrá una duración máxima de cinco años y contempla que no se puedan emitir más en los últimos dos.
«Son garantías o avales necesarios, dado que tenemos una cartera de pedidos récord por valor de 112.000 millones de euros que tenemos que ejecutar en los próximos años. Es decir, no hemos recibido ningún dinero del Gobierno alemán. Son garantías que nuestros clientes piden a la hora de ofertar un proyecto», han explicado en fuentes de la compañía.
En cuanto a los planes de empleo y actividad de Gamesa de cara al futuro, fuentes de la multinacional han confirmado a Europa Press que «no hay ninguna novedad al respecto», y se han remitido a los planes avanzados durante su Capital Markets Day de noviembre de 2023.