La soflama de Puigdemont poniendo en el más absoluto de los ridículos y poniendo de manifiesto su arrodillamiento ante un delincuente fugado no tiene importancia, Así, en su comparecencia tras el Consejo Europeo de Bruselas, Sánchez solo ha recordado que ésta será la tercera vez que Puigdemont se presente, puesto que ya lo hizo en 2017 y 2021. «Pero estamos en un tiempo completamente distinto, un tiempo nuevo». Según él, los catalanes se enfrentarán en mayo a una «disyuntiva»: «Si quieren una Cataluña que mire hacia delante o hacia atrás». Y se ha quedado tan fresco.
Eso si ha exigido nuevamente a Núñez Feijóo que «asuma su responsabilidad» y le ha exijido la dimisión de Díaz Ayuso. Para Sanchez, «Feijóo no tiene excusas y Ayuso no tiene argumentos para no dimitir», ha afirmado.
Y ya puestos se ha atrevido a soltar la frase que alguno de sus esclavos le habrá filtrado: «Quien quiere embarrar la política es que está de barro hasta arriba», como si el barro y las mentiras no tengan su máxima expresión en su forma de entender el ejercicio del poder.
Y claro esta inmediatamente después, todas las terminales progres, desee los parlamento a los ministros y pasando por los medios afines se han lanzado en tromba a pedir a Feijoo que cese a Diaz Ayuso.
Ahora bien, de la ley de amnistía, del caso Abalos, de los problemas de Armengol y Torres para explicar los pagos realizados, la curiosa actividad de su mujer o que pasa con Marruecos, nada de nada, Y lo peor de todo es que el referéndum independentista ya está encima de la mesa y Sánchez no lo va a parar, por mucho que algún que otro socialista como Garcia Page diga que tiene «muy claro que el Gobierno de España, bajo ningún concepto, siquiera va a negociar un planteamiento de referéndum». «Esto es inviable de todo punto».