En este sentido, el dirigente sindical ha querido dejar claro a la patronal que en la mesa de negociación no se está hablando de cómo se negocian los convenios colectivos, sino de rebajar la jornada máxima de trabajo, que lleva siendo la misma por ley desde el año 81. «CEOE tiene que aclararse si está dispuesta a reducir por ley la jornada máxima de trabajo y entonces podremos entrar a valorar otras cosas como las que se están poniendo encima de la mesa. Con esta actitud, es que ni las vamos a valorar, estos planes de acompañamiento (a las pymes) que plantea el Gobierno o este tipo de cosas», ha advertido.
Y dado que la negociación ha entrado «en un bucle», Sordo ha señalado que los sindicatos han decidido movilizarse en la calle, con una concentración ante las sedes patronales de toda España el día 26, y con asambleas de delegados en varios puntos de la geografía.
El objetivo de estas movilizaciones, ha explicado, es «presionar» a la CEOE para que acepte la rebaja de la jornada máxima legal a las 37,5 horas, pero también la de exigir a los partidos políticos que tomen posición y «se retraten», pues «antes o después» también se van a tener que pronunciar sobre la reducción de la jornada.
De hecho, tras esa primera protesta del día 26, Sordo cree que las movilizaciones que se desarrollen a posteriori «acabarán vinculándose a la posición» de los grupos políticos, a los que solicitarán reuniones también para conocer su opinión al respecto.
«Yo no sé si a la negociación (con Gobierno y CEOE) le quedan una, dos o tres reuniones, pero antes o después esto tiene que verse en el Congreso de los Diputados y ahí se va a tener que mojar todo el mundo», ha apuntado Sordo.
El líder de CCOO ha lamentado que los partidos políticos se estén situando «un poco de perfil» ante una reivindicación «bastante compartida» por la población española como es la de rebajar la jornada, se vote a quien se vote. «Nosotros vamos a retratar aquí a los partidos. Queremos saber qué opinan. Yo creo que una de las variables por las que CEOE está contribuyendo a bloquear la mesa es porque tiene, no sé si alguna información o alguna intuición, de que una reducción de la jornada de trabajo lo mismo no sale en el Congreso de los Diputados», ha aventurado.