El fuerte crecimiento que están teniendo en España las denominadas cadenas de surtido corto -Mercadona, Lidl y Aldi- ha llevado al resto de operadores a elevar también el peso de sus propias enseñas para intentar ganar cuota de mercado. De acuerdo con los últimos datos disponibles de Worldpannel by Numerator, lideradas por Hacendado, las marcas de Mercadona representan ya el 77,8% de sus ventas, lo que supone casi cinco puntos más que hace solo dos años. En Aldi, el peso de su marca ha aumentado del 68,8% en 2023 hasta el 74,5% este año, lo que implica un crecimiento de 5,7 puntos porcentuales; y en Lidl, aunque el peso de su enseña se ha reducido ligeramente, supone en cualquier caso el 80,7% de sus ingresos.
El problema de los fabricantes está en que para responder a este fenómeno, las cadenas que tradicionalmente habían apostado más por las marcas se están viendo obligadas a moverse en la misma dirección. Uno de los casos más significativos en este sentido es el de Dia. Si hace dos años su marca blanca representaba solo el 54,2% de las ventas, ahora supone ya el 65,1%, casi once puntos más. Y no es la única. En Consum, su enseña propia ha pasado del 33% de las ventas al 37,4%; en Carrefour del 29,3% al 33,3%; en Eroski del 25,6% al 31,2% y en Alcampo, aunque ha reducido ligeramente el peso de su marca en el último año, se ha levado igualmente casi dos puntos respecto al nivel alcanzado en 2023, hasta el 23,8%.
Todos estos crecimientos han llevado a la marca blanca a un nivel récord, nunca visto hasta ahora en España. Tal y como publicó elEconomista.es el pasado 29 de octubre, las enseñas de la distribución han alcanzado una cuota al cierre del pasado mes de septiembre del 54%, lo que equivale a un crecimiento interanual de un punto.
Según explican distintos expertos del sector, la explicación a este fenómeno no está solo en el precio, sino en el aumento también de la calidad y de la innovación de las enseñas de los fabricantes.
