El ajuste de 67 céntimos por viajero pone fin a una década con las tarifas congeladas, por la Ley 18/2014, que únicamente se alteró de forma extraordinaria para aplicar una subida del 4,09% en 2024 en aras de compensar el efecto de los sobrecostes energéticos provocados por la guerra en Ucrania.
Estas tarifas recogen los importes que Aena cobra a las aerolíneas por el uso de las terminales, las pistas, las pasarelas de embarque o los controles de seguridad. Se repercuten a los pasajeros a través del billete, de modo que cualquier aumento acaba trasladándose al precio final del viaje. En este contexto, la aprobación de la CNMC, como organismo encargado de supervisar la propuesta de tarifas y controlar que es conforme con el marco legal, es el paso definitivo para ratificar la subida proyectada para el año que viene.
Naturalmente, las aerolíneas no abrazan la medida y abogan por establecer nuevas limitaciones regulatorias similares a la que ha estado vigente durante la última década para «evitar crecimientos desmesurados de las tasas» como trasladan desde la patronal ALA. «La experiencia de estos últimos 10 años constata que las sucesivas congelaciones o reducciones de tarifas aeroportuarias han propiciado un círculo virtuoso, facilitando un crecimiento del tráfico aéreo y, con ello, del turismo, la actividad económica y la conectividad, todo lo cual ha permitido a Aena obtener unos beneficios récord y repartir dividendos multimillonarios a todos sus accionistas» reprochan desde la asociación que representa a las compañías aéreas.
La semana pasada, precisamente, el Congreso también fue testigo de esta controversia regulatoria cuando el PP trató de congelar las tasas aeroportuarias, pero su intento, a diferencia de la exigencia a Renfe para aumentar las indemnizaciones por retrasos del AVE , quedó sobre papel mojado al solo amarrar el apoyo de Vox. De haber salido adelante, Aena se vería obligado a revisar su plan de inversiones reguladas de 9.991 millones para el próximo marco regulatorio (el Dora 3 que abarca el periodo entre 2027 y 2031), como comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El informe publicado esta mañana por Competencia pone en valor que la congelación de las tarifas dotó de estabilidad a los precios durante los periodos regulatorios de 2017 a 2021 y de 2022 a 2025. Los cálculos ahora conocidos se daban por descontados después de que el regulador que preside Fernández ya revisase en junio el índice P, uno de los componentes que pueden fluctuar las tasas porque recoge el precio de los servicios que Aena no controla directamente como los sueldos del personal público, de navegación aérea, la energía eléctrica o los tributos locales.
