Después afrontará la transacción de Ecuador con el objetivo de ingresar por esos cuatro países alrededor de 3.700 millones de euros. Cuando eso suceda, del imperio de 12 países de la época Alierta solo sobrevivirá Venezuela, mercado donde se presume cierta permanencia una vez que el grupo ha invertido casi 500 millones de euros en frecuencias radioeléctricas.
En México, Telefónica ha encargado la venta a JP Morgan con el objetivo de ingresar hasta 500 millones de euros. Fuentes del mercado apuntan hacia dos potenciales pretendientes: Wal-Mart de México, a través de su operador móvil virtual Bait; y la dubaití Beyond ONE, propietaria de Virgin Mobile México. JP Morgan también ayuda a Telefónica a buscar comprador para Chile, una operación que apunta a Millicom, debido a las dificultades regulatorias que acarrearía una oferta de América Móvil o Entel, una vez que WOM aún está convaleciente su reciente proceso de reestructuración. La deuda de Telefónica Chile alcanza los 993 millones, tras un último ejercicio en pérdidas con caídas en los ingresos tanto en el negocio de móvil como de fibra óptica. Pese a todo lo anterior, la valoración de Telefónica Chile ronda los 1.200 millones de euros, una vez ya puestos en valor 400 millones tras el acuerdo de venta del 60% de su filial de fibra en Chile al fondo KKR, acordado en febrero de 2021.
El negocio de Telefónica en Uruguay también tiene las semanas o meses contados, pese a tratarse del segundo mayor operador en aquel país, con 1,37 millones de abonados y una cuota de mercado del 29%. El precio de este negocio rondaría los 400 millones de euros, según estimaciones del sector.
A las anteriores operaciones se añaden las ventas ya cerradas en Panamá (573 millones de euros), Costa Rica (455 millones), Nicaragua (390 millones), Guatemala (293 millones), El Salvador (277 millones), Argentina (1.190 millones) y la referida de Perú, de 900.000 euros.