The Economist recuerda que, hasta la irrupción de la pandemia, la economía española «ya estaba creciendo a un respetable 3 % anual», y generando empleos más rápido que en el pasado. «Esto se debió en gran medida a las reformas del sistema financiero y del mercado laboral impulsadas por el anterior gobierno conservador durante la gran recesión», añade. «Su economía está cosechando los frutos de reformas pasadas», concluye de forma categórica.
«España todavía vive de eso», declara a la revista Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos y vicepresidente de la patronal CEOE. Fernández de Mesa fue también Secretario General del Tesoro y Política financiera y en 2014 fue nombrado Secretario de Estado de Economía.
La inmejorable posición de la economía española en el ranking ha servido esta semana al actual presidente, Sánchez, para sacar pecho. En un mensaje en la red social X, Sánchez dio las gracias «a todas y todos los trabajadores, empresas y administraciones públicas que, con su talento y esfuerzo, han hecho esto posible».
The Economist reconoce que la reforma laboral de 2021, ya con Sánchez y Díaz en el ministerio de Trabajo, «preservó la flexibilidad laboral y añadió medidas enérgicas contra el abuso de los contratos temporales». No obstante, también recoge la inseguridad jurídica y la desaceleración de las inversiones durante su gobierno.
Los empresarios «se quejan especialmente de los constantes cambios en las normas laborales y del implacable aumento de los impuestos». Como resultado, «las empresas están en suspenso, esperando», declara Nin del Círculo de Empresarios.
Y prosigue la revista: «Desde las elecciones del año pasado, el gobierno minoritario de Sánchez ha tenido que adaptarse a las demandas contradictorias de media docena de partidos izquierdistas y nacionalistas que lo sostienen en el parlamento». Todo ello, detalla, le ha llevado a aprobar subidas de impuestos «en medio de escenas parlamentarias caóticas».