Meta, que es propietaria de Instagram, Facebook y WhatsaApp, puso Threads a disposición del público antes de lo previsto, el miércoles a las 23.00 horas GMT, con la excepción de un importante mercado, el de la Unión Europea, debido a la política de protección de datos que mantiene. Al fuerte crecimiento de Threads ha contribuido su vinculación a Instagram, aunque parece ser una espada de doble filo, ya que si los usuarios quieren eliminar su cuenta en esta nueva red social también tendrán que cerrar la de Instagram.
Pese a todo, Instagram sigue teniendo una base de usuarios enorme, de unos 2.000 millones activos mensuales en todo el mundo, y Twitter de unos 450 millones, por lo que es pronto para que Threads cante victoria.
A simple vista, Threads parece una copia de Twitter donde hay ‘posts’ -fotos, vídeos de hasta 5 minutos y textos de publicaciones de hasta 500 caracteres- y se puede interactuar con ellos de tres maneras: dándoles a «me gusta», volviéndolos a ‘postear’ y comentando. Algunas de sus ventajas parecen pensadas precisamente para contrarrestar las recientes restricciones aplicadas por Twitter: no hay límite en la cantidad de publicaciones que los usuarios pueden ver y los contenidos están disponibles en abierto aunque no se tenga una cuenta.