La vivienda está un 19,3 % más barata que en el máximo alcanzado en el periodo 2007/2008. Por zonas, el aumento fue del 5,6% en la costa mediterránea, mientras que en las capitales y en las grandes ciudades el alza fue ligeramente inferior, del 5,2%. La diferencia con el resto de municipios es notable, puesto que en estos el precio de la vivienda se incrementó un 1,9% en relación a agosto del pasado ejercicio. Pese a que en términos interanuales se produce un ascenso, en relación al mes previo el precio prácticamente se estanca, y sube de media un 0,1% en un contexto en el que el alza de la financiación empieza a impedir a muchos hogares que accedan a una vivienda en propiedad.
En términos mensuales, las capitales y grandes ciudades registran un retroceso de precios del 0,1%, que pasa a ser del 0,4% en el resto de municipios. La situación fue diferente en las islas, donde los inmuebles se encarecieron un 0,3% en relación a julio, así como en las áreas metropolitanas, con un alza del 0,2%, y en la costa mediterránea, con un 0,1% de aumento de precios.
De los datos que hace públicos Tinsa se desprende que, pese a que los precios de la vivienda acumulan un ‘rally’ del 37% desde los mínimos que tocaron en agosto de 2015, tras la crisis financiera internacional, se mantienen aún un 19% por debajo de los máximos que alcanzaron antes de que estallase la ‘burbuja’ del ladrillo en 2008. Los datos que ofrece la tasadora se producen en un contexto de desaceleración de la actividad inmobiliaria con las referencias disponibles hasta la fecha (que abarcan todo el primer semestre).