Sin embargo, con la llegada del fructífero aniversario, los ataques de una parte de la clase política se han recrudecido gracias a la pasividad intencionada de La Moncloa, que no ceja en sus deseos de desalojar a la familia real de La Zarzuela y ocupar la Jefatura del Estado como presidente de la nueva Republica Española, autentico objetivo soñado de esa izquierda progre que gobierna desde hace años.
De esa manera, y además del continuo desprecio al Rey, con desplantes permanentes y apoyos a todo tipo de manifestaciones anti monárquicas, en los últimos días los socialistas han apoyado públicamente acciones contra la monarquía, hasta el punto de que en Navarra los populares han registrado una Declaración Institucional de apoyo a la Monarquía que será debatida este lunes en la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra después de que este jueves se aprobara, gracias a los votos del PSOE una moción en la que se lanzaban graves acusaciones contra la Casa Real.
Es mas que seguro que la Declaración Institucional no saldrá adelante porque, para ser aprobada, requiere del voto favorable unánime de todos los grupos parlamentarios y dentro de esa Mesa y Junta de Portavoces hay grupos como Bildu o Contigo Zurekin, la marca navarra de Sumar, que nunca votarían a favor de la Monarquía.
Y es que como señala un monárquico confeso como Perez Maura, “Don Felipe es el primer Rey tras la restauración de 1975 que tiene un Gobierno que le pone zancadillas desde el primer día, que le pone escollos constantemente y que procura desdibujar su papel no cumpliendo ni siquiera con el mínimo que representa la visita semanal al Rey en Zarzuela. Ni la semanal ni casi ninguna. Ni siquiera para decirle el pasado 29 de mayo de 2023 que quería disolver las Cortes.”
Es decir, si por Sánchez fuese ya habríamos votado una nueva Constitución, habríamos cambiado la forma de Estado y él y unos cuantos de sus amiguetes se repartirían poderes e instituciones del Estado para mangonear a su antojo todo hay todos como si esto fuera la república bananera con la que sueñan y que no dejan de perseguir. Porque, ojo, el problema es ese, mientras muchos españoles duermen confiados de que aquí no pasa nada, otros no dejan de tejer y tejer una tremenda maraña para lograr llegar a esa ensoñación republicana.