Es decir, una autentica bronca en la que el líder de la oposición ha puesto sobre la mesa todos los errores que ha cometido el líder socialista, lo cual ha molestado tanto al jefe del Ejecutivo que su respuesta ha bordeado el insulto y la descalificación del contrario, tratando permanentemente y a lo largo de sus intervenciones de demostrar la falta de preparación, los errores en sus comentarios.
En realidad, se trata de dos estilos distintos de entender la política y su gestión de difícil convivencia y que siempre van a chocar porque son absolutamente incompatibles, De ahí que este tipo de debate, con intervenciones en los que el interpelado no contesta jamás a lo que el opositor le pregunta, de modo y manera que nunca se llega a nada; ni se aclaran los, ten temas y las actuaciones son en paralelo.
Es probable que en pocas horas aparezcan en los medios encuestas sobre el debate, y se señale a uno ganador y al otro perdedor. La realidad es que tengo toda la impresión de que cada uno de nosotros tenemos mas que clara la opinión al respecto y un debate mas o menos desfigurado en el que los tiempos de actuación son distintas y siempre a favor del líder que gobierna, no nos va afectar, ni cambiar probablemente el voto que hoy por hoy cada uno piensa que va a ejercer.
En definitiva, se trata de un acto mas en el que el poder hace uso y abuso de su prepotencia, en este caso por el uso y abuso del tiempo.