El día 2 de abril es la fecha elegida para anunciar los aranceles que impondrá Estados Unidos al resto del mundo, circunstancia que está afectando de manera notable tanto a las previsiones de crecimiento económico global, como a las expectativas que tienen los propios ciudadanos estadounidenses sobre cómo se verá afectada su capacidad de consumo. Muestra de ello son los datos de I) The Conference Board, que caía hasta los 92,9 puntos frente a una previsión de 94,2 y habiéndose revisado a la baja el dato anterior, y II) la encuesta de expectativas del consumidor de la Universidad de Michigan se situaba en 52,6 frente a la previsión de 54,2 y el dato anterior de 64.
La conclusión a la que parecen estar llegando los inversores es que, ante tanto ruido generado por el gobierno, las previsiones de crecimiento económico se van a ver afectadas y ya hay quien incluso vuelve a apostar por la posibilidad de que Estados Unidos pueda entrar en recesión.
Los mercados han iniciado la semana con caídas dando así continuidad a la tendencia vista en las sesiones precedentes cuando el S&P 500 se dejaba un 1,53% para concluir en 5.580,94 puntos, mientras que el sector tecnológico sufría en mayor medida al cerrar el Nasdaq 100 en 19.281,40 puntos o un 2,39% menos. En Europa las caídas fueron similares, así el Euro Stoxx 50 se dejaba un 1,65% y el Ibex 35 volvía a destacar con un mínimo retroceso del 0,36%.
El deterioro de las expectativas económicas vuelve a provocar un giro en las previsiones respecto a las decisiones que tomarán los bancos centrales, que en estos momentos se sitúan en tres bajadas en 2025 para el BCE y la FED. Esto relajó levemente los tipos de interés de los bonos gubernamentales que cerraron planos para el Treasury a 10 años con una rentabilidad del 4,25%. El Bund y el Bono caían 4 puntos básicos para cerrar respectivamente en 2,73% y 3,36%.
Las materias primas mantuvieron la tendencia alcista de la semana anterior y el oro volvía a marcar un nuevo máximo histórico en 3.130,50 USD/Onz para finalizar la semana con una subida del 2,57%. El temor a una posible recesión en Estados Unidos y a un enquistamiento de las relaciones internacionales por la guerra arancelaria provocada por Trump, siguen favoreciendo al oro como valor refugio. El Brent por su parte también se encarecía al cerrar en 72,76 USD/b debido especialmente a los bajos niveles de inventarios que se registraron en Estados Unidos.
A lo largo de la semana conoceremos varios datos macroeconómicos que nos irán indicando como de potencial es el riesgo de una desaceleración del crecimiento económico a nivel global, y entre las publicaciones más destacadas están los PMIs de China, Europa y Estados Unidos. En Europa adicionalmente conoceremos los datos del IPC de marzo y las actas de la última reunión del BCE. Y en Estados Unidos estaremos muy pendientes de la conferencia de Jerome Powell el viernes y de la batería de datos relacionados con el empleo que se publicarán a lo largo de la semana, con especial atención a la tasa de desempleo y las nóminas no agrícolas que se conocerán el viernes.