En concreto, el consorcio el que participan una veintena de empresas japonesas, incluyendo Orix, Rohm y Chubu Electric Power, así como entidades financieras del país, ofrece el pago de 4.620 yenes por cada título de Toshiba, lo que representa una prima del 9,7% respecto del precio marcado este jueves al cierre de la sesión en la Bolsa de Tokio. La decisión de la compañía japonesa, adelantada por el periódico ‘Nikkei’ supondrá la exclusión de Bolsa de las acciones de Toshiba, una vez completada la oferta publica de adquisición (OPA), que la empresa calcula necesitará de un plazo de cuatro meses.
La compra supondría el final de una saga en la que la multinacional de 147 años llegó a estar al borde del colapso tras las irregularidades contables detectadas en 2015 y que llevaron a Toshiba a plantearse su escisión en tres empresas independientes, plan que posteriormente limitó a su segregación en dos firmas y que, en marzo de 2022, fue rechazado por los accionistas, dando paso a una búsqueda de inversores.