Se trata, como en otros muchos frentes abiertos de este Gobierno de decir verdades a medias, ocultar esto y aquello, para así segur defendiendo que España es un cohete y que la economía va disparada.
Pues no, ni España es un cohete en economía, ni mucho menos somos los primeros de la clase. En el año que termino se creo empleo, si, pero si reducir el número de demandantes y con una precariedad cada vez mayor de contratos indefinidos.
Una vez conocidos los datos de registros laborales de diciembre llega el momento de hacer balance del año 2024 en el mercado de trabajo. Y el primer titular sería que ha sido un año razonablemente bueno, puesto que el empleo ha crecido en una cifra bastante sana, de 502 mil afiliados en términos interanuales, lo que equivale a un ritmo de creación de empleo de un 2,41%.
Sin embargo ypese a que la tónica general es positiva, por dicha creación de empleo, otros aspectos de la evolución del mercado laboral no han sido tan brillantes, por lo que no cabe un mensaje triunfalista basado en la reducción del paro y la estabilidad de la contratación.
De hecho, los demandantes de empleo apenas han descendido en el conjunto de 2024, solo un 0,74% (-32.892). Y mantienen prácticamente la misma cifra, 4,4 millones, que teníamos en España hace dos años, a finales de 2022. En dos años de fuerte creación de empleo no se ha conseguido reducir la cifra de demandantes de empleo en España, y esto es una señal de alerta que debe tenerse en cuenta.
Otro aspecto que refleja que no es oro todo lo que reluce es la evolución de la contratación. En todo el año 2024 se han firmado 15,42 millones de contratos, lo que supone un descenso de un 0,16% respecto al año precedente. Y en términos de contratación indefinida, el descenso es de un 2,10%. Además, 6 de cada 10 contratos indefinidos firmados tienen una vigencia inferior a un año, se extinguen antes de llegar a ese límite. Y a lo largo de 2024 un total de 365 mil personas firmaron más de un indefinido en el mismo mes natural, lo que indica que estos contratos no están siendo la panacea a la estabilidad laboral.
Así que las señoras ministras del ramo ya pueden irse poniendo las pilas, porque lo que tienen entre manos no es mas que un a bomba de relojería que les puede estallar al mismísimo Sánchez, tan grandilocuente cuando nadie puede preguntar y tan huidizo y defendido por su escolta cuando alguien le puede abuchear.