El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, ha declarado este martes el estado de emergencia por un periodo de tres meses para las 10 provincias golpeadas por el terremoto, «a fin de que las operaciones de búsqueda y rescate y las siguientes gestiones se realicen con celeridad», mientras las víctimas mortales siguen en aumento y ya superan las 5.000, un día después del fuerte temblor, de 7,8 grados, que sacudió el suroeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria.
Además, el Ejecutivo turco ha declarado estas 10 provincias donde se registraron los terremotos como zonas de desastre con afectación a la vida pública, para lo que concluirá «rápidamente» los procesos de Presidencia y Asamblea Nacional con el objetivo de que esta medida pueda hacerse efectiva lo antes posible.
«Estos terremotos han causado una gran destrucción en un área muy grande en comparación con otros similares. Como resultado, nos enfrentamos a uno de los mayores desastres no solo de nuestra historia republicana, sino también de nuestra región y del mundo», ha destacado Erdoğan.
El Gobierno turco ha lanzado operaciones de búsqueda y rescate en las áreas más afectadas, «a pesar de las dificultades debido a las condiciones climáticas y el peligro de que la gran cantidad de réplicas en las estructuras dañadas repercuta negativamente en las tareas de búsqueda». «Tomando en consideración el impacto destructivo de los sismos en las 10 provincias, instruimos que nuestro personal experto y vehículos sean enviados a la región de inmediato”, ha ordenado el mandatario otomano. También implementará medidas para satisfacer las necesidades de las víctimas rescatadas, que incluyen alojamiento, comida, ropa y calefacción. Hasta el momento, se han enviado 54.000 tiendas de campaña, 102.000 camas y otros materiales de socorro a las víctimas del desastre en la región.
«Continuamos rápidamente las operaciones de búsqueda y rescate con el apoyo de nuestros ciudadanos y voluntarios, independientemente de la dificultad de las condiciones. Actualmente, nuestro personal de búsqueda y rescate está trabajando directamente sobre los escombros y este número sigue aumentando cada hora con la incorporación de equipos tanto de Turquía como del extranjero», ha concluido el presidente.
Hasta el momento, 70 países y 14 organizaciones internacionales han ofrecido su ayuda en las labores de búsqueda y rescate, así como en el alivio de las necesidades de los supervivientes y desplazados
BBVA con problemas por su filial Garantí
El terremoto en Turquía complica las inversiones de BBVA en el país otomano. El banco español es propietario de Garanti, el mayor banco turco, que en el último año se ha visto especialmente dañado por la inflación galopante y la debilidad monetaria de la lira turca. Este martes se ha visto impactado por la tragedia humana que ha provocado un doble seísmo que se ha cobrado más de 4.500 muertos en un mercado en el que BBVA cuenta con más de 21.000 empleados y 972 oficinas.
El primer efecto se ha dejado notar en Bolsa. En la sesión de ayer, las acciones de Garanti se dejaron un 6,57% sobre el parqué de Estambul y acentúa aún más el mal arranque de año, ya que desde el 1 de enero los títulos se han devaluado un 31,2%. Pero se trata solo del último episodio.
En los últimos meses, Garanti viene provocando un quebradero de cabeza a BBVA. En el ejercicio 2022 el banco se anotó un impacto de 324 millones en el resultado de su filial turca al aplicar la contabilidad hiperinflacionaria debido a la crisis de precios especialmente aguda que atravesó país (cerró diciembre en el 64%).
Según parece, BBVA está estudiando habilitar alguna medida de ayuda. Según reflejan los resultados anuales de 2022, presentados la semana pasada, el banco cuenta en Turquía con 37.443 millones de euros en crédito concedido a la clientela y 46.339 millones en depósitos de clientes. Como se recuerda, el pasado mes de mayo BBVA pasó a ser el accionista mayoritario de Garanti con el 85,97% del capital. El banco español lanzó una opa sobre el 50,15% que no controlaba. La operación se saldó con un desembolso 22.758 millones de liras turcas (unos 1.410 millones de euros al cambio) y se hizo con un 36,12% adicional al 49,85% que ya tenía.