El hallazgo forma parte de la investigación patrimonial realizada en el marco de la causa especial abierta en el Tribunal Supremo El inmueble, ubicado en la localidad de Tulúa, en el departamento del Valle del Cauca, fue adquirido en octubre de 2003 por un valor de 2.500.000 dólares (aproximadamente 2.137.848 euros al cambio de la época) a la sociedad Hoyos Peláez Limitada. La propiedad aparece descrita como «lote parcelación mirador del Carmen, corregimiento de la Moralia, lote n° 2» según los documentos hallados por los investigadores.
La UCO encontró evidencias de esta adquisición al analizar dispositivos electrónicos incautados durante los registros realizados el pasado 20 de febrero en el domicilio de Koldo García Izaguirre, quien fuera asesor de Ábalos durante su etapa ministerial. Entre la documentación digital se hallaron archivos titulados «TULUA.pdf» y «TULUA2.pdf», así como fotografías que muestran una vivienda en fase de construcción.
«El primer documento consta de una fotografía de un documento, en cuya parte superior consta impreso el día 24 de septiembre de 2003, y emitido por la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Tulua, tratándose de un certificado de tradición y libertad de matrícula inmobiliaria», indican los agentes. «El segundo archivo hace referencia a la compra de un inmueble. En concreto, se cita que esta compraventa se efectuó en 2003, figurando como comprador Ábalos y vendedor la sociedad Hoyos Peláez Limitada.
Esta propiedad colombiana no figuraba entre los bienes inmuebles declarados por Ábalos ante el Congreso de los Diputados. En su última declaración de bienes y rentas, fechada el 7 de agosto de 2023, el ex ministro solo reconocía la titularidad de cuatro inmuebles: dos viviendas (una en Valencia y otra en Madrid) y dos locales comerciales en Valencia.
El informe de la Guardia Civil detalla también otras propiedades no declaradas, como dos terrenos en Perú, en Chimbote, que constituirían un «centro de formación» vinculado a la Fundación Fiadelso, entidad a la que Ábalos estuvo ligado durante años junto a otros colaboradores. La investigación se enmarca en las diligencias relacionadas con el caso Koldo, que investiga presuntas irregularidades en la contratación pública durante la pandemia. El patrimonio inmobiliario de Ábalos está siendo analizado en detalle por los investigadores, quienes también han descubierto vínculos financieros entre el exministro y varios investigados.
Según el informe policial, algunos de estos inmuebles podrían formar parte de una estructura destinada a «ocultar o encubrir la titularidad real de ciertos bienes». Por ello, los agentes se abren a realizar nuevas actuaciones para profundizar en la investigación patrimonial y financiera del ex ministro y su entorno.