Sin embargo, esto no significa que los intercambios comerciales hayan disminuido en términos globales, pues las exportaciones a esa nación aumentaron en 620 millones de euros. Con todo, el gran dilema de la UE es la energía de Rusia, pues sigue siendo el principal montante de las importaciones, junto con Estados Unidos, Reino Unido y Noruega. Es por ello por lo que los países comunitarios no cesan en la búsqueda de alternativas, como la compra de yacimientos de petróleo y gas en Azerbaiyán y otras naciones de la zona.
En general, la amenaza de una guerra comercial entre Estados Unidos y la UE provocó un fuerte aumento de las importaciones, y especialmente de las exportaciones, en el primer trimestre de 2025 en comparación con el trimestre anterior, según explican las autoridades comunitarias. Así, las importaciones de la UE aumentaron un 4,1% y las exportaciones un 8,6%. En consecuencia, la balanza comercial de bienes de la UE alcanzó un superávit de 55.000 millones de euros en el primer trimestre de 2025, el mayor desde el primer trimestre de 2021.
Al clasificar las exportaciones por valor, el mayor aumento se observó en productos químicos y afines, hasta los 35.300 millones de euros, un incremento del 24,4%. Esto se debió en gran medida al aumento de las exportaciones de este tipo de bienes a Estados Unidos. Las importaciones que más aumentaron fueron las de maquinaria y vehículos (7.700 millones de euros, 3,8%) y otras manufacturas (6.100 millones de euros, 4,1%).
Por otro lado, en el primer trimestre de 2025, los superávits combinados de productos químicos y afines, maquinaria y vehículos, alimentos y bebidas, y otros bienes fueron superiores a los déficits combinados de energía, materias primas y otros productos manufacturados. El mayor aumento se registró en los productos químicos, cuyo superávit pasó de 59.900 millones de euros en el último trimestre de 2024 a 91.900 millones de euros en el primer trimestre de 2025.
En comparación con el trimestre anterior, el superávit con Estados Unidos aumentó considerablemente, ya que las exportaciones se dispararon en previsión de los aranceles comerciales impuestos por este país. La maquinaria y los vehículos, así como los productos químicos y afines, contribuyeron en mayor medida a este superávit. La Comisión Europea se hace eco también un gran déficit con China, «derivado del déficit en maquinaria y vehículos, así como en otros productos manufacturados». Estos mismos dos grupos de productos generaron superávits con el Reino Unido y Suiza.
El déficit de la UE con Noruega se debió principalmente a las importaciones de productos energéticos, los cuales ayudan a los europeos a reducir su dependencia de Rusia. En el primer trimestre de 2020, Rusia fue, con diferencia, el principal origen de las importaciones de energía de la UE, con una cuota del 27,4%. «La invasión rusa de Ucrania alteró profundamente este panorama comercial, con una cuota rusa que descendió al 5% en el primer trimestre de 2025», explica Eurostat.
Por ello, poco a poco, Europa va rebajando su dependencia energética de la nación que dirige Vladímir Putin. Tanto es así que, en los tres primeros meses de este año, las cuotas de Estados Unidos, Noruega, el Reino Unido, Arabia Saudí, Argelia y Kazajistán superaron ya a las de Rusia.