Y no lo ha hecho porque es incapaz. Sigue pensando que es el líder máximo de no se sabe muy bien quien, pero de lo que no cabe duda, mal que le pese al mismismo presidente, es de que es el líder de la corrupción. No seamos necios “convivir” durante once años con dos secretarios de organización que se han llevado el dinero a espuertas y no darse cuenta o no participar en ese juego no es creíble,
Por otra parte, pensar que sus socios no le van a exigir todo lo que pueda o no pueda darles para seguir manteniéndole en el poder es de tontos, con perdón de estos.
Otra cosa es que dimitiese y se fuese a su casa, hecho imposible por la propia condición del personaje. O esos mismos socios deciden retirar su apoyo o esto dura hasta el 2027. Y es que además, el PNV no esta en condiciones de retirar su apoyo porque entonces dejaría de gobernar en el pais vasco; EH Bildu, tres cuartas de lo mismo, puesto que sería inconcebible que apoyase a un Gobierno de derechas; lo mismo sucede con los corpúsculos de izquierdas que acompañan a don Pedro en los escasos momentos que logra sacar algún proyecto adelante; finalmente solo Junts podría apoyar un movimiento contra Sánchez y ello supondría la desaparición de su posible amnistía.
Es decir, los socios no están en condiciones de no apoyarle, otra cosa es que diputados socialistas iniciasen una revuelta y votasen contra su hasta ahora líder.
Como se puede apreciar las opciones son prácticamente inexistentes. Sin embargo no hay que perder la esperanza y deja volar la imaginación para consolarnos de tener al frente del pais un personaje como este que nos ha tocado que nunca se responsabiliza de nada, que solo se apunta a lo bueno y para el que los malos siempre son las derechas y los que no piensan como él.
Ante esta situación lo que tendría que hacer es simplemente marcharse