Según la propia nota del INE, este incremento se debe básicamente al encarecimiento de la electricidad y de los alimentos, situando a España un punto por encima de la media europea. La inflación subyacente, que no incluye energía ni alimentos frescos, también sube una décima, hasta el 2,5%.
Si nos centramos en el terreno eléctrico, resulta que ayer mismo este gobierno de macro cifras se permitía el lujo político de votar el cierre de las centrales nucleares en España con la ayuda de Junts.
Y lo curioso es que precisamente bese encarecimiento se produce porque tras él apagón, el famoso y nunca aclarado corte sufrido por obra y gracia de REE el sistema de distribución ha tenido que recurrir a las centrales de gas, el sistema mas caro del mix eléctrico para equilibrar y asegurar la distribución ordenada y segura de energía ya que la superministra Ribera implantó un sistema muy limpio, y muy guay pero inestable a mas no poder.
Y luego está lo de la cesta de la compra, con los huevos como protagonistas con un repunte del 22% hasta octubre y una subida del 5% solo en el último mes. La gripe aviar ha obligado a sacrificar a más de 2,5 millones de gallinas ponedoras, recortando la producción diaria en dos millones de unidades. Y cuidado porque el precio de los huevos seguirá subiendo en las próximas semanas. De cualquier forma no debemos de perder de vista que lo de alimentos va a ser la prueba de fuego del ministro de turno: las frutas frescas, han subido un 12% en el último mes; el cacao, un 16% más caro; el café, un 19% más que hace un año. Y así todo lo demás, salvo excepciones cada vez mas escasas.
Desde Agricultura dicen que no hay que preocuparse, pero dentro de unos días con la Navidad encima todo volverá a subir y el IPC se volverá a disparar, pero eso no es macro e importa poco.
Los ciudadanos están para votar y aguantar lo que se les diga, esas son las ordenes de Moncloa y nadie debe protestar o quejarse de no llegar a fin de mes
