La creación ‘Tringles’, de José Ignacio Colinas, al frente de la pastelería ubicada en la localidad vallisoletana de Castronuño, se ha impuesto a las recetas elaboradas por los 50 reposteros de toda España que luchaban este año por hacerse con uno de los premios de este concurso, promovido por la Academia Leonesa de Gastronomía.
Con una estética muy cuidada y un resultado espectacular, la sorprendente y creativa propuesta de Colinas es un trampantojo que simula las famosas patatas ‘Pringles’. La sorpresa viene cuando al degustarla se descubre que es una torrija. «Para su elaboración primero preparé una especie de batido de torrijas; para ello, trituré una torrija tradicional infusionada con canela y leche. Luego, esta papilla la pasamos a un molde, con un diámetro similar a las conocidas patatas, las cortamos y finalmente las ponemos a secar durante una hora a 110 °C», explica el pastelero.
Xokoreto, de la mano de José Ignacio, no es la primera vez que participa con éxito—siempre en la categoría de ‘Torrija innovadora’— en este campeonato: en 2017 consiguió el primer premio con el trampantojo ‘Torrigas’, un original refresco de torrijas, y en 2019 obtuvo el segundo premio con otro trampantojo que llevaba por nombre ‘Torrijo’, un árbol que daba frutas, en este caso, torrijas.
El certamen, que se ha celebrado en Astorga, reconoce cada año a las mejores versiones de este dulce típico de Semana Santa a nivel nacional en distintas categorías: truvia, salada, innovadora y tradicional. Un jurado compuesto por nueve reconocidos profesionales, algunos con estrella Michelin, ha sido el encargado de decidir los ganadores de cada modalidad, divida a su vez en primer y segundo premio. «No vengo de una familia de pasteleros, por lo que recibir este premio es todo un regalo y un reconocimiento por parte del sector. Este es un premio al trabajo, a la dedicación, al sacrificio y al esfuerzo diario; yo por la mañana estoy en la pastelería y por la tarde doy clases en la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid, por lo que para crear esta torrija he tenido que hacer muchos sacrificios. Con este galardón ves recompensado los momentos que has perdido de ocio y de estar con tu familia», afirma José Ignacio.
Esta laureada pastelería ejemplifica a la perfección la excelencia de los miembros que forman la Ruta del Vino de Rueda, que agrupa a unos 150 socios entre bodegas, restaurantes, alojamientos singulares, productores artesanos, tiendas gourmet, etc. La repostería tiene un hueco destacado en esta ruta, ubicada en el corazón de Castilla y León, que cada año cautiva a los cientos de visitantes que descubren este territorio enoturístico. La Ruta del Vino de Rueda puede presumir de contar con grandes maestros reposteros como Colinas, que pone en valor la tradición de la tierra a través de sus productos.
En 2013 comenzó la dulce aventura de Xokoreto a manos de José Ignacio Colinas, o Catacho, como todos le conocen. En su confitería todos los productos son 100 % artesanos y están elaborados con las materias primas de la mejor calidad. Además, Xokoreto tiene un sentido de pertenencia enorme con la localidad de Castronuño. Sus turrones son únicos en la provincia, a los que suman bombones, bollería, tartas, bizcochos y pastelería salada, entre otros productos. Una referencia de parada obligatoria entre Medina del Campo y Toro, que este año además celebra su décimo aniversario con un programa repleto de actividades.