La situación no es fácil, y ni el mismísimo Felipe González entiende, según ha comentado en un foro sevillano, como se pueden discutir los presupuestos de España en estas circunstancias y lugar, aunque con Sánchez y Montero cualquier cosa es posible. Además, mientras lo de la moción de confianza y el mniomnibus eran prescindible, los PGE pueden ser la lave para acabar la Legislatura y ambos, Puigdemont y Sánchez se necesitan para lograrlo y seguir viviendo del momio en el que se ha convertido la dedicación a la política en nuestro pais.
Y es que ahora va a resultar que Puigdemont es «el más progresista de todos» porque, en el contexto político en el que se encuentra actualmente el Ejecutivo central es, «el que más progresa». Lo cual no deja de ser una muy justa apreciación. De ser un don nadie, perseguido y encarcelado, aunque no extraditado, ha logrado ser la clave sobre la que gira toda la política nacional, con poder absoluto sobre Sánchez, del que, ¡ojo¡, si le saca los presupuestos habrá dejado de tener influencia, puesto que el actual líder sanchista, gobernar, lo que se dice gobernar ,no gobierna, simplemente disfruta de lo placeres del poder.
Y con unos presupuestos aprobados tiene todo ele año para vivir en La Moncloa y vegetar, para prorrogarlos en 2026 y seguir haciendo amigos de un lado para otro y llegar a la convocatoria de elecciones de 2027.
El calendario es sencillo, pero depende de tener presupuestos o no y esa es la batalla que vamos a presenciar en las próximas semanas.
De ella dependerá la subsistencia de este gobierno/coalición y los mas interesados, cada uno a su nivel y con sus propias posibilidad son los dos personajes que presiden la increíble, pero real como la vida misma, actividad política española.