«En realidad, los esfuerzos por adelantarse a esos aranceles podrían explicar en parte por qué el sector manufacturero ha resistido un poco mejor últimamente», apuntan desde Hamburg Commercial Bank. La renovada caída de la actividad total reflejó una modesta reducción de la actividad en el sector servicios, que disminuyó por primera vez desde noviembre de 2024 y al ritmo más rápido de los últimos dieciséis meses. Por el contrario, la producción manufacturera siguió al alza en mayo, por tercer mes consecutivo. El ritmo de expansión se mantuvo sin cambios frente al de abril.
«Los fabricantes han aumentado la producción por tercer mes consecutivo y, por primera vez desde abril de 2022, los nuevos pedidos no disminuyeron. Por el contrario, las empresas de servicios, que en general están menos expuestas a la política comercial de EEUU, excepto en áreas como la logística internacional, están experimentando una contracción de la actividad comercial por primera vez desde noviembre de 2024. Si bien la demanda externa de servicios se está atenuando, la debilidad de la demanda interna es la que parece estar arrastrando el sector a la baja».
Así, el ‘flash’ del índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, se redujo de 50,4 registrado en abril a 49,5 en mayo, por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50 por primera vez en cinco meses, señalando en consecuencia una reducción de la actividad total del sector privado a mediados del segundo trimestre del año. No obstante, el ritmo de contracción fue apenas marginal. «El panorama general de mayo no es agradable». Sin embargo, «hay motivos para confiar en el largo plazo», aseguran desde la entidad.
Mientras que la caída de la actividad en general registrada en mayo se produjo tras un periodo de crecimiento, los nuevos pedidos han disminuido ininterrumpidamente durante los últimos doce meses. El último declive de los nuevos pedidos fue modesto, pero de todos modos fue el más pronunciado desde diciembre de 2024. Al igual que ha ocurrido con la actividad total, la reducción en general reflejó la debilidad imperante en el sector servicios, donde los nuevos pedidos se redujeron por cuarto mes consecutivo. Los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero se estabilizaron, poniendo fin a un periodo de tres años de declive.
Los nuevos pedidos procedentes del extranjero (que incluyen el comercio dentro de la zona euro) también se redujeron modestamente y el ritmo de contracción se mantuvo prácticamente igual al observado en abril.
La actividad de compra del sector manufacturero de la zona euro volvió a disminuir en mayo, aunque hubo nuevos indicios de que las firmas son menos precavidas en cuanto a sus decisiones de compra. El ritmo de declive de la compra de insumos se atenuó por sexto mes consecutivo, y fue el más débil en la secuencia actual de treinta y cinco meses de contracción. De forma similar, aunque los stocks de compra se redujeron intensamente, la última caída fue la más lenta desde abril de 2023, mientras que los stocks de productos terminados disminuyeron al ritmo menos marcado de los últimos ocho meses. Los plazos de entrega de los proveedores se acortaron por cuarto mes consecutivo, aunque solo modestamente.
En cuanto al empleo, también llegó a su fin un periodo de dos meses de creación de empleo marginal en mayo, debido a que el empleo no registró cambios durante el mes. En este caso, un ligero aumento de las plantillas en el sector servicios fue contrarrestado por una modesta caída del personal en el sector manufacturero. No obstante, el ritmo de reducción del empleo en el sector manufacturero fue el más lento en los últimos doce meses.
En lo referente a los precios, además de las tendencias contrastantes observadas con respecto a la actividad y la producción en mayo, los sectores manufactureros y de servicios también registraron diferentes trayectorias en cuanto a los precios. Los costes de los insumos en el sector manufacturero se redujeron por segundo mes consecutivo, y en su mayor medida desde marzo de 2024. Por otra parte, los costes en el sector servicios volvieron a aumentar intensamente y el ritmo de inflación fue ligeramente más intenso que en abril. En su conjunto, los precios de compra aumentaron a un ritmo bastante similar al observado el mes anterior, y la inflación se situó apenas por debajo del promedio de la serie. Al mismo tiempo, el ritmo de inflación de los precios cobrados se atenuó hasta su mínima de los últimos siete meses en mayo.
Al igual que ha ocurrido con los costes de los insumos, un aumento en las tarifas cobradas por los servicios contrastó con una caída de los precios de venta en el sector industrial, la primera en tres meses.
En Hamburg Commercial Bank ven probable que estas cifras generen sentimientos encontrados en el Banco Central Europeo (BCE): «La inflación de los precios de venta del sector servicios ha disminuido ligeramente desde un nivel ya bajo, pero los costes de los insumos siguen aumentando, incluso a un ritmo cada vez más acelerado. Como los precios de la energía han disminuido, el aumento de los salarios probablemente sea el principal responsable del aumento de los costes». Creen que «el BCE parece propenso a continuar con recortes cautelosos de los tipos de interés, especialmente a raíz de que los precios de compra en el sector manufacturero se encuentran en descenso».
Por países, la actividad total disminuyó en Alemania, después de haber aumentado en cada uno de los cuatro primeros meses del año. La caída hizo que Alemania se uniera a Francia en territorio de contracción, puesto que la actividad total francesa marcó su noveno mes consecutivo de declive. El resto de la zona euro continuó arrojando mejores resultados que las dos principales economías, registrando un crecimiento sostenido pese a que el ritmo de expansión fue el más lento desde enero pasado.
Los niveles de personal se redujeron en Alemania y Francia, pero aumentaron en el resto de la zona euro. De su lado, los precios de venta cayeron en Francia, pero siguieron en aumento en Alemania y el resto de la zona euro.
«La recuperación del sector manufacturero es generalizada y tanto Alemania como Francia están enviando señales alentadoras. Nuevos recortes de los tipos de interés podrían proporcionar un impulso y la caída de los precios del petróleo en comparación con el año pasado también está ayudando. Alemania, en particular, podría estar preparándose para recobrar su función de motor económico de la zona euro, gracias a una política fiscal potencialmente muy expansiva. Esta perspectiva está respaldada por un notable salto en el índice de producción futura de Alemania, que ha subido hasta alcanzar un nivel superior a la media», comentan.
Sobre las perspectivas, tras haber decrecido intensamente en abril, la confianza empresarial volvió a aumentar en mayo, aunque fue la más baja desde octubre de 2023. El grado de positividad también fue más débil que el promedio de la serie. La caída en general del sentimiento reflejó una nueva reducción de la confianza entre las empresas de servicios, cuyo optimismo cayó hasta su mínima desde septiembre de 2022. De hecho, excluyendo el brote de la pandemia de la COVID-19 en 2020, el sentimiento en el sector servicios fue el segundo más bajo desde fines de 2012. En marcado contraste, el optimismo en el sector manufacturero se fortaleció en mayo y fue el más alto desde febrero de 2022.