Los dos grandes segmentos de actividad experimentaron una evolución positiva en 2022, destacando el de otros edificios y construcciones, cuyo valor de la producción se incrementó un 18,1%, hasta los 64.714 millones de euros. Por su parte, la producción en el segmento de viviendas se cifró en 72.505 millones de euros al cierre de 2022, experimentando un crecimiento del 10,5%, tras la caída del 0,5% contabilizada en el ejercicio precedente.
Respecto a la facturación de las empresas españolas en el extranjero, en el ejercicio 2022 mostró un fuerte crecimiento gracias a la reactivación de numerosos proyectos pendientes y al inicio de nuevos contratos. Así, los ingresos en el exterior alcanzaron los 46.000 millones de euros, tras aumentar un 21,4%.
Las previsiones de evolución del sector de la construcción apuntan al mantenimiento de una tendencia positiva a corto y medio plazo, sustentada en gran medida en la inversión pública en proyectos de construcción, tanto a escala nacional como internacional. De esta forma, se espera que en 2023 el valor de la producción en España crezca en torno a un 4% en términos reales.
El número de empresas con actividad de construcción operativas ha mantenido en los últimos años una tendencia creciente, llegando a superar las 89.000 en enero de 2022. Por su parte, el volumen de empleo del sector, que había aumentado en 2021, se redujo ligeramente entre el primer trimestre de 2022 y el mismo período de 2023, hasta situarse en 1,298 millones de personas ocupadas.
Los seis primeros grupos constructores en términos de ingresos reunieron en 2022 el 27,5% del valor del conjunto de la producción en España y el negocio de las empresas españolas en el extranjero. Esta participación llegó a situarse en el 98% al considerar exclusivamente los mercados exteriores. En cambio, los seis primeros grupos concentraron solo el 3,8% del valor de la producción en España.