El Tribunal Supremo dio la razón a la multinacional en febrero de 2021 en un pleito relativo al impuesto de sociedades que afectaba a sus ejercicios fiscales 2012-2015, tal como se recoge en las cuentas de 2022 que ambas compañías han presentado en el Registro Mercantil de Madrid.
El pleito, derivado de una discrepancia sobre “la deducción de los intereses de demora” del impuesto de sociedades, les había obligado a provisionar 4,6 millones de euros en 2019 y provocó que la sociedad Refrescos Envasados presentase unos números rojos de 1,7 millones de euros ese mismo año. Ambas filiales se habían dividido la provisión del importe que Hacienda les reclamaba: Refrescos Envasados asumió 4,3 millones y la Compañía de Servicios de Bebidas Refrescantes respondió por 318.986 euros. Según el balance, “dicho importe fue abonado a la Agencia Tributaria dentro de los plazos marcados”, pero tras la resolución “la Sociedad apeló al Tribunal Económico Administrativo Central a adherirse a esta decisión del Supremo, revirtiendo en las cuentas del año 2020, las provisiones realizadas en el ejercicio del 2019″.
Con la sentencia favorable, ese importe quedó liberado y, según los balances, ambas han vuelto a las ganancias en su último ejercicio. La sociedad Refrescos Envasados S.A. —dedicada a la promoción, venta y distribución—cerró 2022 con un resultado de 2,8 millones de euros, un 22,8% más que en 2021. Además, registró unas ventas por valor de 40,3 millones, frente a los 27,3 millones del ejercicio anterior, mejorando sus cifras en un 47% y su ebitda —resultado bruto de explotación— creció un 38%, hasta los 3.8 millones de euros.
Por otro lado, la Compañía de Servicios de Bebidas Refrescantes S.L. —centrada en prestar servicios relacionados con la actividad comercial, como compra-venta, fabricación, marketing o investigación y desarrollo, entre otros— tuvo un resultado de 3 millones de euros en 2022, pero retrocedió un 30% con respecto a 2021, cuando su beneficio fue superior a los 4,3 millones. Por su parte, las ventas también bajaron desde los 52,3 millones de euros en 2021 hasta los 33,4 en el ejercicio pasado. En cuanto al ebitda, retrocede un 37%, hasta los 3,7 millones. En cuanto a la deuda, el pasivo corriente —con vencimiento inferior a un año— de la filial española se elevó desde los 4,3 millones en 2021 hasta los 4,8 en 2022, lo que supone un crecimiento del 12%. Su sociedad dependiente, en cambio, descendió desde los 10,7 millones hasta los 8,4 millones, un 21% menos.