«Acabamos de enviar a los bancos las decisiones finales sobre lo que queremos que hagan con respecto a las mesas individuales», ha afirmado Enria. «Algunos de ellos ya tienen suficientes capacidades de gestión de riesgos en esas mesas, otros deben reforzarlas. Los bancos saben lo que tienen que hacer, tienen un plazo determinado para cumplir nuestros requisitos», ha manifestado en una entrevista con ‘Bloomberg News’.
No obstante, Enria ha afirmado que ya «se ha doblado la esquina», ante lo que el directivo se ha mostrado «muy orgulloso» del proceso de transición. «No ha sido un acaparamiento territorial de negocios. Ha sido muy prudente, muy centrado en la gestión del riesgo», ha precisado.
Los principales bancos trasladaron cientos de miles de millones de dólares en activos y miles de puestos de trabajo a la UE con el fin de mantener el acceso a los clientes allí, después de que el Brexit cortara muchos de los lazos del Reino Unido con el bloque. Tras esa afluencia sin precedentes, el BCE llevó a cabo una investigación «transparente» para asegurarse de que las operaciones comerciales europeas de préstamo no seguían demasiado ligadas a Londres.
Los bancos también tienen que obtener la aprobación del BCE para determinados modelos matemáticos de riesgo que utilizan para dirigir sus negocios, lo que ha derivado en un «enorme cuello de botella». «El proceso está muy avanzado y estamos cerca de la situación en la que serían como cualquier otro banco bajo nuestra supervisión», ha asegurado.
Aunque al principio los nuevos bancos «tenían la mentalidad de minimizar cualquier cambio», ahora están empezando a estudiar cómo desarrollar su negocio en la unión bancaria europea, ha sostenido Enria.