El tipo de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años lideró la subida, alcanzando nuevos máximos de varias décadas. Los activos de riesgo se desplomaron en todo el mundo, las acciones y las materias primas cayeron y se ampliaron los diferenciales de crédito. El impacto en el mercado de divisas fue dispar. El dólar subió, pero los valores refugio tradicionales, como el franco suizo y el yen japonés, se tambalearon ante las sorpresas ‘moderadas’ de sus respectivos bancos centrales.
Una vez concluidas las reuniones de septiembre de los principales bancos centrales, la atención se centra ahora en los datos económicos. La elaboración de la política monetaria se ha vuelto más incierta e impredecible de lo que ha sido desde 2021. Los bancos centrales esperan que los tipos actuales sean suficientes para mantener la inflación en una trayectoria descendente sostenida. Por lo tanto, los datos de inflación son ahora más importantes que nunca. Este viernes se conocerán dos referencias clave en este sentido: el informe preliminar del IPC de septiembre en la eurozona es el dato más importante de la semana, seguido por el informe de la inflación del PCE de agosto en Estados Unidos.
EUR
Una vez más, el euro perdió terreno frente al dólar la semana pasada, pero al menos el ritmo de caída se está ralentizando, y la moneda común podría haber encontrado un suelo en torno al nivel de 1,06. El contraste entre la boyante economía estadounidense y el estancamiento de la europea, y el pesimismo sobre la recuperación económica de China son serios factores en contra para la moneda común. Sin embargo, pensamos que los actuales niveles de las divisas ya descuentan un escenario bastante sombrío, y los datos económicos chinos están empezando a sorprender al alza.
El informe preliminar del IPC correspondiente a septiembre de esta semana es clave. Los mercados esperan una caída significativa tanto del nivel general como del subyacente. Cualquier resultado adverso en este frente probablemente llevaría a una fuerte subida del euro, ya que las perspectivas de nuevas subidas se dan por descontadas.
USD
Tal y como se esperaba, la Reserva Federal se abstuvo de subir los tipos, pero lo compensó revisando al alza sus expectativas sobre los futuros niveles de los tipos de interés en el «diagrama de puntos». La Fed está enviando a los mercados el mensaje de que la inflación está lejos de ser vencida, sobre todo teniendo en cuenta la fortaleza de la economía estadounidense, y que los tipos deberán permanecer altos durante mucho tiempo.
El informe sobre la inflación al consumo de principios de mes dio una pista de que no se ha vencido a la inflación ni de lejos. El informe de inflación PCE, el indicador preferido de la Fed, que se publica este viernes será clave. Los mercados esperan otra cifra moderada, que debería disipar las preocupaciones sobre nuevas subidas de tipos por parte de la Reserva Federal y quizás frenar la subida del dólar por el momento.
GBP
El Banco de Inglaterra aprovechó las buenas noticias en materia de inflación que recibimos a principios de mes para mantener los tipos sin cambios, aunque fue una votación muy ajustada de cinco a cuatro. El Comité de Política Monetaria también dio a entender a los mercados que pretende cerrar el ciclo de subidas, y las expectativas sobre los tipos tras la reunión dan a entender que lo ha conseguido.
La libra reaccionó de manera negativa ante esta postura moderada, y terminó la semana con una caída de más del 1% frente al dólar, situándose en el último puesto entre las divisas del G10. La evolución de la libra está claramente ligada a las previsiones de subidas de tipos en el Reino Unido, y éstas a su vez dependerán de los futuros datos de inflación.
Esta semana no se publicarán datos sobre la inflación, por lo que se espera que la libra cotice en función de lo que suceda en otros lugares.