“El transporte público es una prioridad y ha sido la gran apuesta del Gobierno para proteger a la ciuda la reducción danía de las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania y, al mismo tiempo, combatir la inflación y reducir nuestra dependencia energética y el consumo de combustibles fósiles”, ha asegurado Raquel Sánchez durante su participación, esta mañana, en el Encuentro Urbes Resilientes El País–Acciona. En este sentido, la titular del Ministerio ha reiterado que el transporte público “es el gran protagonista de la movilidad sostenible y constituye el principal instrumento de vertebración del país, también para aquellas zonas, dispersas geográficamente y afectadas por la despoblación, cuya dependencia del vehículo privado es hoy casi absoluta”.
Tal y como ha explicado la ministra, la dependencia del vehículo privado dificulta a los colectivos más vulnerables el acceso a los servicios básicos o a diferentes oportunidades de trabajo, “por lo que desde el Ministerio se está trabajando, con ayuda de la tecnología, en la promoción de nuevos modos de transporte que permitan ampliar y mejorar la oferta en las zonas con menor población, como los servicios a demanda, el transporte compartido o las rutas dinámicas”, explica Transportes en un comunicado. “Tenemos que ser capaces de movernos mejor o de crear las condiciones para que la movilidad sea innecesaria. Para ello estamos impulsando la conexión a Internet de todo el territorio y estamos decididos a aprobar una cartera de servicios básicos de calidad a menos de 30 minutos del lugar de residencia”, ha señalado la ministra durante el encuentro, en el que se ha puesto el foco en las ciudades y en la necesaria transformación que han de acometer para mejorar la calidad de vida de sus habitantes ante desafíos tan inmensos como el calentamiento global.
En este contexto, la ministra ha indicado que el problema de las grandes ciudades es muy diferente al de las zonas rurales por lo que, en este caso, la solución pasa por una redefinición urbanística que nos devuelva a un modelo de ciudad mediterránea, compacta y relativamente densa, y con equipamientos bien planificados.
Las ciudades, que acogen ya más de la mitad de la población mundial, son, a su juicio, los motores del crecimiento y las grandes fábricas de talento de la humanidad, pero también los principales consumidores de los recursos del planeta. De ahí su importancia a la hora de mitigar los efectos del cambio climático desde la sostenibilidad, pues, según ha señalado, “no habrá un planeta sostenible sin ciudades sostenibles”.
Sánchez ha valorado lo que las ciudades ya están haciendo para para avanzar en la sostenibilidad urbana en las últimas décadas y reducir sus emisiones: aumento del reciclaje de residuos, optimización del consumo de agua, eficiencia energética, digitalización… En ese sentido, ha mostrado su optimismo en lograr que “en 2050 las ciudades españolas sean neutras en carbono, se hayan liberado de la contaminación, practiquen una economía circular en el uso de los recursos y multipliquen su resiliencia a los impactos del cambio climático”.
Además, ha afirmado que, no sólo se quiere cumplir con el objetivo de reducir un 55% las emisiones en 2030, sino que se está en disposición de conseguir que en esa fecha el 48% de toda la energía que consumimos sea renovable y que estas fuentes renovables representen el 81% de toda la generación de electricidad de España.