En consecuencia, los rendimientos de los bonos volvieron a subir y las divisas invirtieron parcialmente los movimientos recientes, ya que el dólar subió frente a casi todas las divisas principales. De forma poco habitual, los precios de las acciones se mantuvieron en general bien, lo que indica que la convicción del mercado no era alta.
El informe mensual sobre la inflación del IPC en EE.UU. se ha convertido en el dato económico más importante a nivel mundial, pero el dato de octubre que se publica mañana, es, si cabe, aún más importante a la luz de la postura agresiva adoptada por Powell. Los mercados esperan una cifra mensual subyacente en línea con una tasa de inflación anualizada del 3-4%, pero cualquier sorpresa positiva o negativa tendrá un gran impacto en los mercados de divisas. Será una semana inusualmente intensa en cuanto a publicaciones de datos en el Reino Unido, ya que el martes se publica el informe laboral y el miércoles el informe de inflación, ambos relativos a octubre. La producción industrial de la eurozona relativa a septiembre, un dato importante pero algo rezagado, completará la semana.
EUR
La semana pasada fue tranquila en la eurozona, con escasas noticias de interés tanto en el ámbito económico como en el de la política monetaria. Los mercados descuentan casi por completo un primer recorte de tipos en abril del año que viene, pero los responsables de la política monetaria del BCE siguen oponiéndose a estas expectativas. Los datos retrospectivos siguen apuntando a un entorno de estanflación (estancamiento económico y elevada inflación) que, en nuestra opinión, hará muy difícil recortar los tipos en la eurozona.
USD
La semana pasada fue inusualmente tranquila en cuanto a publicaciones de datos macroeconómicos de interés, por lo que fue el discurso de Powell, percibido como de línea dura, el que acaparó la atención de los inversores e impulsó la acción en los mercados de divisas.
Los datos de inflación de esta semana serán una prueba clave para la narrativa deflacionista que espera recortes de la Reserva Federal ya en el segundo trimestre del próximo año, una narrativa a la que la mayoría de los miembros de la Fed se oponen. Además del informe de inflación, seguiremos de cerca las consecuencias de la rebaja de la perspectiva de la deuda estadounidense a negativa por parte de Moody’s, debido a la preocupación por el déficit general y la gobernanza. En general, estas rebajas han tenido muy poca repercusión en el pasado, pero esta noticia llega en un momento en que los intereses de la factura federal de EE.UU. superarán el billón de dólares, sin que se vislumbre un final ni perspectivas de endurecimiento fiscal.
GBP
Los datos del PIB del tercer trimestre publicados la semana pasada confirmaron que el Reino Unido sigue evitando la recesión, pero por muy poco. La economía se estancó el pasado trimestre, pero al menos evitó la contracción que esperaba el consenso del mercado. Las cifras mensuales fueron ligeramente más positivas, y seguimos confiando en que la economía británica crecerá en el último trimestre del año.
Los datos de empleo y de inflación de esta semana son clave. Los mercados prevén una nueva caída significativa de la inflación subyacente, a un todavía alto 5,8%. Al igual que en el caso del dólar, cabe esperar que la libra reaccione con bastante fuerza a una sorpresa en cualquiera de los dos sentidos.