Esta evolución es debida, principalmente, a la estabilidad de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la subida de diciembre del año anterior. También influye la electricidad, cuyos precios aumentan menos que en diciembre de 2022. En sentido contrario destacan los carburantes, cuyos precios disminuyen, pero con menor intensidad que el año anterior.
La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye siete décimas, hasta el 3,8%. Según detalla el Instituto Nacional de Estadística, en el último mes del año, la tasa de inflación subyacente, es decir, el índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, disminuye siete décimas, hasta el 3,8%. Supone su nivel más bajo desde marzo de 2022.
Por otro lado, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en diciembre sitúa en el 3,3%, la misma que la registrada el mes anterior.